Ventrílocuo...



Anoche te apareciste extraño, como un ventrílocuo en sueños, sólo recuerdo eso porque eras pálidamente brillante, muy apuesto, ajeno.
No nos dirigimos ni dos palabras, de algún espíritu me escondía, tras la cortina de una ventana inexistente, me encontraba en los nervios.
Había alguien furioso, juro que era tu hermano, un hermano furioso que lanzó toda la ropa al piso, encontró una camisa blanca dizque mía y un brassiere negro…
Recuerdo que estaba vestida, tal vez fue ese muñequito tuyo, ese extraño el que me sacó la ropa interior, nunca lo supe, salí furiosa al encuentro de ese hermano que ahora apostaría que no es tuyo, al verme dio un portaso, ¿estaba desconcertada?, no lo recuerdo…
No me desperté pero lo demás es un misterio que tal vez descubras en otro sueño, uno distante...

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