¿Qué tal si cambiamos de lugar?



No puedo retomar la lectura, quiero seguir escribiendo pero no sé qué, siento que ando en un estado constante de no sé qué casi siempre, es una sensación vacua sin duda, me inclino hacía ella, me veo curando con caléndula los daños superficiales.
¿Alguna vez les pasó que quisieran estar por un segundo en el envase de otra persona?
Es como que quisiera ver desde sus ojos la vida, sí, me ha pasado con distintas personas y no exactamente con las más queridas.
Entrar a la habitación de otra persona, hablar con sus padres, amigos, enterarte de todo eso que no sabes y que tal vez malvadamente puedes usar a tu favor o ni siquiera, sólo tenerlo ahí como información, de repente poder ver la vida de esa perspectiva quién sabe tan errónea o no.
Ahora último no me pasa eso, no, esa idea que tenía a los 13 de entrar en el cuerpo de otra persona o ser una silenciosa espectadora en su mente ya no funciona, ahora no quiero suplantar a nadie ni nada sólo pienso por ejemplo que esa persona Y que no me cae no debió ni siquiera nacer ahí, le cambio la nacionalidad o a esa persona R que sí me cae, le cambio las raíces y yo irme de donde era y es, pero dejó yo le daría mejor utilidad.
No por falta de amor al país en el que vivo que de por sí me encanta y cada día confirmo ello sino por razones ajenas de experimentar y tal vez sentirme tan útil o más en otro lugar, útil obviamente para mis deseos.
No podía ser menos tampoco, tenía siempre que ser la protagonista de mis deseos.

1 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Vivir en la piel de otro, vivir la vida de otro; eso siempre es, como el de volar, compa Andrea Cherry, un sueño inalcanzable, por eso nos estimula tanto y nos mueve a tantas fantasías. No estaría mal en algún momento, no...

Un fuerte abrazo y buena semana.

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon