Cumpleaños número 20.




A los 20 parece todo surrealista y sé que con estos son dos pasos sobre muchos más, cuando llegué a los 10 me creía “grande” ya, llegar a los 15 fue wow, a los 18 “soy mayor de edad” y ahora a los 20 me siento tan joven como vieja pero de vieja aún tengo poco, inmadura sí, sonriente también, con cierto aire melancólico mucho más, que escribo como si estuviera en otoño casi llegando a invierno cuando hace poco ni dejé el verano y me adentro en la primavera, lo sé.
Pero son estilos y sí, nací vieja de mente pero joven de cuerpo, quienes me han visto o me ven día a día probablemente creerán que vendí mi alma al diablo y soy la versión moderna de Dorian Gray, tengo las facciones de una niña de 15 o 16, la mirada de alguien de esa edad, la actitud de alguien inmadura pero los pensamientos de alguien que vivió 80 y de repente debería estar en un campo santo menos en esta tierra pero menos mal no es así porque soy muy feliz donde estoy y a estas alturas del camino agradezco seguir aquí junto a todas las personas que me han venido acompañando estos años, los que llegaron después y así.
En estos últimos años y meses gente muy especial se ha ido agregando a mi lista de amigos y estoy muy contenta porque confío en que son gente que vale, si no les demuestro lo mucho que los quiero es porque soy así pero los quiero mucho.
A la gente que siempre estuvo conmigo, mis padres entre ellos y amigos pocos, pues es genial, simplemente genial y todos los significados e ideas que pueda dar genial se las atribuyo a ustedes y a la compañía que me han brindado en las buenas y malas, son tantos años de caminar por senderos paralelos que necesito cuatro manos e infinitas para contar todas las veces en las que estuve bien y no tan bien pero ustedes siempre ahí, los amo, así de simple.
Hoy soy muy feliz…tengamos en cuenta que siempre es hoy.
¡Feliz cumpleaños a mí!

Tras los huesos, tras la verdad.



Todo depende de cómo se vea, yo sigo aquí, sentadita y parece muy cómodo cuando en verdad es complicado, algunas personas tienen eso de exteriorizar sus problemas, yo no tanto, todo parece perfecto aunque por dentro crujan penas en cada hueso.

El sueño llega...triste visión...lo que no digo pero qué bien se siente.




Cuando el sueño llega, los labios se arrepollan queriendo darle un beso al sueño que dulce y suavecito se sienta encima de los parpados , el peso los va bajando y cerrando como persianas, las ideas no descansan pero se difuminan un poquito, el cuerpo pierde voluntad y se va desparramando por aquí y por allá, cierro los ojos y duermo un poquito, el frío me cala los huesos, algo no está terminando, ni siquiera ha empezado y ya me pasé al paso veinticuatro, me la imagino ebria caminando por la calles, llorando tal vez por alguien o por algo, vomitando en algún lugar, lamentándose pero todo eso me viene justo antes de dormir porque de día me da más pena que esté como esté.
En cierta forma me siento afortunada, hay algo bueno, positivo que se siente, que yo siento y que no describo, es el sueño creo el que evita que lo diga, no, la verdad soy yo.

Horno.




En mi habitación quiere habitar un olor a pasteles horneados o ni siquiera horneados sino en el horno aún ¿Pero cómo?, sospecho que no es ninguna masa la que se cose, ninguna torta húmeda (mi preferida) o pesada, lo sospecho porque en esta habitación ya no existen hornos de juguete, no, no, no…aunque pensándolo bien yo puedo ser el pastel, de carne y ojos, quién me coma, quién me pruebe puede usar mis huesos de mondadientes y mis ojos de acuarela después de todo nada se desperdicia.
Creo que estoy en el cuento de Hansel y Gretel, la bruja me debe tener encerrada pero no estoy lista, no estoy en el punto, no quiero ser comestible, ni sabrosa, los años se desesperan, son unos comensales hambrientos…






¿Qué pasó?

No sé, sigo siendo un pastel crudo…deberán esperar, sólo así soy más sabrosa.

Entre líneas...




No sé bien de dónde nacen estos buenos ánimos, de mantenerme despierta toda la noche y amanecer en pocas horas con una sonrisa grande dibujada a carboncillo en el rostro.

Intento describir todo lo que tengo en la cabeza, en el estómago, en el corazón, todo tan bonito, tan extraño, tan soñador de nuevo pero con la esperanza de que sea diferente que ya no quede como una idea, que los kilómetros me ayuden, se queden entre ellos.

Cada día que pasa es tan especial y diferente que quiero que funcione lo que quiera que haya sin espantarte, que nunca lleguen palabras fatales, en sueños caminando de repente acurrucados a su amparo hasta que la realidad nos pueda más y jale a la misma mano, difíciles de despegar.

O no sé, o sí, puedo decir que quiero tropezar con una piedra parecida otra vez pero no, yo lo siento diferente, no es la misma mierda de otras veces, no, hay detalles y similitud entre él y yo, no quiero equivocarme, no quiero sufrir, ni vainas de espadas desnudas en el corazón pero es inevitable que lo sienta.

Los sueños caen con peso muerto sobre uno de mis hombros, el tuyo es el más liviano y cargado de emociones pero es mi secreto obvio y no te lo diré hasta que sienta que no hay peligro de ser rechazada, ¡demonios!

A veces supongo que lo sé todo, me doy cuenta que no, que el mundo gira a compases diferentes, mis sonrisas suelen llegar tarde, mis cabellos bailan con el viento y la música, mi mente no está aquí sino donde te hallas.

Somos o no, o sí ya no lo sé, quiero decir algo, mis dedos se mueven por inercia y sueño, porque te quiero.

¿Qué pienso de mí?




No me creo indestructible, a veces soy tan impulsiva, tan loca, tan dada a los arranques más extraños, a la risa más escandalosa, al no me da miedo pero me muero de miedo…sólo quienes lo notan, quienes lo saben a quienes les susurro miedo y sonrío, sólo esos me conocen bien.
Algunos piensan que soy “genial” y otros que soy una “estúpida”, lo que piensen los demás no me interesa, más bien quisiera saber qué es lo que yo pienso de mí, quisiera o quiero pero no sé, definirme no es fácil, ni siquiera me siento remotamente cerca de algún día hacerlo pero aún guardo la esperanza de poder hacerlo ecléctica y dulcemente, sí.

Bolsa de basura...




Se paró a mi costado y me dijo “qué fea letra tienes”, levanté la cabeza y sin mirarlo porque quería continuar le dije “sí, sí la tengo” bajé la cabeza, seguía con mi asuntos pero seguía parado ahí, repitió lo mismo y agregó “no te pases, compra un corrector”, volví a levantar la cabeza, respondí “ya” pero había logrado lo que quería incomodarme y hacerme perder concentración sin embargo seguí sin hacer notar ello, al final de la hoja puse un asterisco y un mensaje que tal vez ya haya leído y me cueste la calificación de este semestre, aunque fue una nota inofensiva tomando en cuenta los aires de “perfección” mal fundamentados uno puede pensar cualquier cosa…
En cierta forma recibí la bolsa de basura de aquel individuo, en cierta forma no, no quise y sólo continué, mal o bien sólo continué.

Mayo se lleva mis 19.



Hoy no pensaba escribir, tampoco pensaba dormir en la tarde, pero todo lo que no pensaba hacer lo estoy haciendo hasta pensar sin querer pensar y no sé qué más porque es un trabalenguas, hace 7 horas ni siquiera quería venir, de repente me hubiera llevado buenas sorpresas o de repente no, un poco de incomodidad tal vez, mañana es el último examen mientras muerdo con placer un pedazo de alivio...ya pronto, muy pronto Mayo se acaba y con Mayo, con el último día se van mis 19 y llegan los 20, dicen que a los 20 la vida se te pasa más rápido, llegan los 30, después los 40, a mi generación degenerada con mucha suerte los 50 pero yo pienso vivir hasta los 80 siempre y cuando pueda vivir plenamente con todas mis facultades sino mejor ya no, aunque ya no sé, el estilo de vida desordenado, el estrés, los problemas de salud van haciendo mella y como dicen el cuerpo pasa factura, todos estos buenos excesos probablemente los pague y para no sentirme tan sola “los pagaremos” cuando estemos un poquito más viejos, no sé si eso de sólo se vive una vez por eso hago todo lo que no podré hacer cuando muera sea lo más adecuado o si cuidarse de todo exceso lo sea porque seamos realistas si vivo una sola vez, lanzo el porro de marihuana que nunca probé, me embriago y todo el rollo habré experimentado pero de ahí me viene y vendrá el cargo de conciencia con mis pulmones de buena fumadora, el pobra hígado y en el caso de la hierba mi salud psicológica y física, pero si no experimento y vivo plenamente tendré la duda taladrante de qué fue ¿Viví o estuve muerta? Ocultándome bajo los miedos entonces ¿Qué es lo mejor? Ya no sé.

En el piso...



Me encontré con la antología de Antonio Machado y una tela de araña adornándola, me quedé un rato entre las hojas con una y otra pelusa que se agarraba de uno de mis cabellos, después me encontré con la receta del almíbar que aún sueño con realizar y sostenerme yo de un poco de azúcar, agua, licor o jugo, evaporarme un ratito y volver para leer el slam que tengo desde los 13 y seguir llenándolo hasta los 25, sólo nadie sabe cuánto he cambiado y cuánto no me extraño, ya decidí que el día que lo complete haré cenizas de lo poco que nos quede del pasado pues las memorias siguen ahí y sólo para mí, he cerrado demasiados capítulos como para no darme cuenta y cuando todo parece perdido es mentira, es mentira…me encontré con uno o dos de mis aretes preferidos, es como que me extrañaban pues yo los daba por perdidos “para siempre” y mis orejas a ellos porque unos cuelgan de otros y así nos ayudamos, nos encontramos, no nos sentimos, somos como las palabras que se ayudan a ser algo más que nada y de cabeza o de costadito siguen siendo, me encontré con exámenes que no revisé, conocimiento que procesé y otro tanto que no, encontré monedas que usaré, guitarras que abracé y quise tocar en momentos de querer pero no hacer, la hoja de un olvidado otoño libre, pedazos de todo lo que he sido en estos años, son pedazos y me gustan, me disgustan sobre ello y bajo aquello siempre me encuentro en el piso crema mirando techumbres blancos que más allá son celestes con nubosidad de relleno y más allá la ausencia de color, ahí quiero estar, ahí.

22 de Lucio



"Te extraño" oculta en cada letra varias palabras y donde acaba la pequeña frase hay otras miles más, transparentes todas, nadie se atreve a desvirtuar lo que significa, por eso no hay más y el significado es un pozo negro sin fondo pero con luz.

¡Feliz Cumpleaños!

Perras, putas...retrograda.




No sé por qué a las mujeres (¡ups! Olvidé que soy una, mejor lo olvido hasta finalizar esto que escribo) les da tanto placer decirle putas a otras, “Puta, perra” con desparpajo y sin asco…¡Ah sí! Es que es una perra…
No sé por qué gozan al usar ese o esos términos como si fuera nada, denigrar a otra mujer y detestarla…tampoco diré que yo nunca lo he dicho, serían mentira porque sí lo he dicho alguna vez y mientras almuerzo un sándwich de aceituna me doy cuenta de que de niña era más objetiva en cuanto a ello, siempre decía y pensaba que decirle perra o puta a una mujer era terrible, más aún si lo decía una mujer a otra mujer.
Que los hombres le digan perra o puta a una mujer, es común pues no tienen sentido común y sentido de responsabilidad al tratar a una mujer que puede que sea madre, hermana o hija de alguien, es para ellos como si nada y se llenan la boca de mierda.
Pero de una mujer es aborrecible, no sé por qué siempre hay esa competencia estúpida entre mujeres como que el fin del mundo va a llegar en media hora y si no se consigue a un hombre en los próximos 20 segundos o minutos vas a morir como una triste “Solterona”, además del afán absurdo de algunas mujeres por quitarle el novio a otras.
Claro está también el hecho de que cuando a una persona le gusta alguien y quiere estar con esa persona es lógico que exista cierta rivalidad con quien se presente como rival, sin embargo el decirle puta a una mujer es como darle cabida al machismo que nunca llega a ser extirpado, las mujeres siempre hemos sido sojuzgadas y hemos luchado mucho para tener los pocos derechos que aún tenemos, aún con eso nos maltratamos unas a otras mientras los hombres gozan de ese odio para manejar la situación a su antojo, qué más querrá un tipo de esos al poder disfrutar el poder decirle puta a una mujer X, maltratarla y ser abalado por la sociedad entera, hasta mujeres y que nadie hable del poco criterio que tienen estos cuando se trata de ellos…
Porque un hombre si puede acostarse con mil mujeres y llamarles puta a la vez y ser respetado mientras que una mujer no puede hacer ello pero sí maltratarse entre ellas para después morir lapidadas bajo los dedos acusadores de la sociedad, ¡Diablos! Parece que siguiéramos viviendo antes de Cristo.

Nunca pensé...




De un momento a otro, violentamente reaccioné sin palabras, la cara se me descompuso tal vez y hasta gusanos venenosos me salían por la boca, ojos, nariz y orejas, en los que se prendieron celos desconocidos ocasionados por un desconocido también muy amigo.
Entré en mi bipolaridad de hoy que se vislumbraba hasta ese entonces como calma profunda inalterable a una tranquilidad tan cierta como cachetada de payaso porque la inquietud, el temor vinieron después, no lo pude ocultar o bueno no oculté la inquietud que se presentó como tristeza desilusionada pero los celos sí los guardé bajo mil candados de corazón y llavecitas sangrientas.
Las razones de mis celos son tan tontas como ¿cuál es el color del caballo blanco de Napoleón?, así que sin mucho y aunque di la impresión de ser una chica muy triste, no me agrada pasar a ser la segunda de la lista, no, y que se demore conmigo pero que con la otra niña sea muy rápido (quéfresahorror) pero es que no y no y no, sí me dieron celos y no, no puedo preguntarle por qué o qué sé yo y no sé qué más porque somos amiguitos, desconocidos pero con una conexión muy profunda (Y ahora comienza el rezo satánico por que no lea esto pero si lo lee y entiende que me lo diga).
Nunca pensé sentir celos tan fresas, no.

Deseo cumplido C=




Acabo de posar mi mano helada sobre la frente y no ya no hay fiebre, ya no salta algo en el interior que me hace delirar, nadie me aprieta la garganta n¡ el estómago, la respiración es lenta y los pensamientos son juiciosos, ya no dejaría ni mi ciudad, ni mi carrera, mucho menos la cabeza.
Ahora que lo veo bien, parece deforme, soso, aburrido, pueril, estúpido, necesitado, olvidado y muy solo, me causa risa, pues ya no hay palabras dulces, no hay ternura, ni el dolor e impotencia que se instalaba en mi mente, ahora sólo están los deseos locos de que se mantenga así donde está y más daño no pueda causar, que se cumplan las promesas, pocas veces aparezca su fantasmal presencia y que cada palabra que le di empapada en sentimientos profundos se le desvanezca de la memoria para así ya no tenerlo como la pesada carga que es.
De la admiración, del deseo, de sus ojos enormes, de las pestañas que me cubrirían, de pensar que nadie ocuparía su lugar y que moriría no queda ya más que un sentimiento profundo de agradecimiento, de amistad y de te quiero pero a la distancia.
Cumplí tu deseo y soy feliz.

Se me vino a la cabeza...




Tengo tarea como para morir aspirada por el estrés, no quiero causarme conflicto con el tiempo, hace frío, mucho…me dediqué toda la tarde a buscar información sobre “Arlequín, servidor de dos patrones” pues se supone que en esa obra participaré y siempre digo se supone porque nada es seguro excepto que todos vamos a morir quién sabe cuándo, estoy muy entusiasmada con el proyecto aunque aún me falte hacer ciertos arreglos a “Esmeraldina” que es el personaje que me tocará interpretar y los exámenes ya nos pisen los talones, mañana tengo uno, más la tarea…mi flojera incrementa, quiera o no tendré que hacer lo que me corresponde.
Hay quienes dicen: “Su único deber es estudiar”, pues no, si bien es cierto es el deber más importante pero más allá de eso hay más y siempre más, la complejidad de un individuo que estudia va más allá de adentrarse en un libro…el lío es darse tiempo para todo y salir bien librado de las consecuencias, de a veces hacer las cosas a medias por d o f motivos.
Me di cuenta que soy buena buscando información cuando algo me importa sobremanera, me esmero y una pequeña prueba de ello es lo que hice en la mañana y ya otras veces, voy descubriendo cosas que a veces quisiera y otras que nunca pero esa es la gracia además de tener una idea más clara de lo que tengo que hacer.
Es el momento de beber de un diccionario enciclopédico, meterme bajos las frazadas y comer esos duraznos coquetos, esta noche no quiero soñar con arañas anaranjadas con pintas azules, quiero soñar y soñar pero no sé qué.
La resignación, la idea, el frío ya se están fijando en mis parpados.

La historia del Rey Transparente




Terminé de leer la historia del Rey Transparente de Rosa Montero, le doy el visto bueno porque me entretuvo todo el fin de semana hasta terminarla al fin el día de hoy, cosa que hace mucho tiempo no hacía un libro…para leer este libro nos tendremos que transportar a la época de los señores feudales, guerras inútiles entre ellos, una muchacha campesina e ignorante que se forjará su futuro entre la espada , la amistad, los libros y las faldas, brujas, el cristianismo, Ricardo Corazón de León, la santa inquisición, el rey Arturo, el amor, la pasión, el engaño, la muerte y la historia del Rey Transparente que cada vez que trata de ser contada por alguien, ese alguien muere de manera atroz, dicha historia es contada recién al final del libro una vez que la historia acaba de manera predecible o impredecible según se quiera porque está en quienes quieren sorprenderse y en quienes leen el final antes del principio.
Desde el último libro que leí, puedo decir para mi dicha que este no me decepcionó pues llenó mi expectativas fantasiosas y nunca creí que la vida de Leola fuera así ni asá, simplemente me dejé sorprender y que el libro absorbiera mis momentos de profundo silencio e incrementara mi vocabulario considerablemente pues me pasé buen tiempo escarbando el diccionario.
¿Lo recomiendo?
¿Algo más?
No.

El corazon o la espalda, los ojos o el alma...



No sé si me duele el corazón o la espalda, tampoco sé si se cansaron los ojos o el alma…hay recuerdos que se posan como mosquitos dejando veneno bajo la piel, entre la sangre y algún día, que me escoce a ciertas horas, horas como estas en las que el sueño fastidia pero no hago caso, no puedo y no quiero, me di cuenta de que el silencio de quienes más hablan es una de las peores tumbas en las que puedo decidir enterrarme y en la que inevitablemente me hallo, taciturna mirando a la luna, sin muchas esperanzas de que ello cambien es esta o en varias semanas…

Espero y desespero...




Espero algo, estoy sentada bajo el árbol de la incertidumbre y ya no me sorprende nada que se encuentre ahí porque de ello no se espera ya nada ni de él es de quién espero algo, lo cual se me hace cada vez más placentero.
Espero algo de quién nunca esperé esperar nada y ahora espero casi todo, es probable que se equivocaran, igual no son perfectas, me sorprenden las horas en las que sucedió porque ni una sola palabra mezquina, menos aún una elaborada se desprendió y me hace dudar de todo de lo que no debería porque no hay derecho, así que decido sumergirme en el libro de turno que mucho me gusta, me absorbe de lo que estoy pensando, de lo que quiero que es sólo una cosa y da a luz un mundo.

Un año más abuelo cocodrilo :)...




Dormí toda la tarde hasta hace unos segundos en los que desperté, curiosamente no recuerdo cómo me metí bajos las sábanas y frazadas, sucede que cuando estoy muy cansada nunca recuerdo el antes, el frío siempre es el responsable de que termine bajo ellas después de tener una mañana relativamente atareada…supongo que son los días los que pesan, el estrés y el no sé qué más, me pregunto si mi abuelo cocodrilo que mañana hubiera cumplido 100 años de vivo si antes no se citaba con la muerte ¿Habrá sufrido de estrés? O si ¿me hubiera escrito una carta con la letra tan bella de la que gozaba?...
Son preguntas irrelevantes pero fue una de las primeras cosas en las que pensé después del sueño, supongo que mañana iré al cementerio, ya saben, limpiar la lápida, dejarle algunas flores y rezarle, aunque yo nunca le recé nada por qué quién diablos sabe si Dios existe…es una sensación extraña el sentir que hay algo pero a la vez no saber si en verdad hay, por otro lado soy de las que puede creer en que sea lo que sea no me corresponde a mí afirmarlo o negarlo sólo continuar con la vida que tengo hasta que muera, probablemente los escasos años de mosca que tiene el ser humano y mucho menos aún en la vida del Universo no permitan que ninguno de los que ahora gozamos de vida sepan la respuesta.
Lo que sí, cuando llega Mayo, trae consigo mi cumpleaños y el cumpleaños de abuelo cocodrilo a veces me deja la irremediable sensación de querer haberlo conocido, no sé qué clase de abuelo hubiera sido, lo que sí sé es que hubiera sido de los buenos también recuerdo que de niña me gustaba la idea de pensar que él era la luna o qué vivía ahí, probablemente se haya encontrado en mi costado más de una vez, de repente y ahora o no sé de lo único que pienso aparte de él en el momento es en maní acaramelado, al menos me consuela el hecho de que Lucio y él pueden estar teniendo una plática sobre literatura y música.
Mi consuelo.

Salvavidas...




Los libros son mis salvavidas, a veces no tengo ganas de leer pero ellos son los que se encargan de coser mis heridas, así como el teatro que me deja sonrisas de lado a lado. Fue una tarde en la que los naipes respondieron a lo que es ahora, mi sexto sentido tampoco se equivocó fue simple saberlo, hay algo en el pecho que suele decir y saber que algo será de una u otra manera, ahora las respuestas se plasman en el ahora, no hay más dudas.
Una quietud inexplicable está conmigo, no hay mucho que pueda hacer ya que todo está lejos de mi manos, sólo me queda sentarme y esperar sin que me aflijan los resultados, esperando coger inspiración, borrar lo pasado para comenzar con mi novela, unas cuantas fotografías, alejarme de la voz aburrida, autoritaria, ya no volver a entregar mis esperanzas a la leche derramada, terminar de leer el libro de caballería, no hay más hasta volver, rendir exámenes y continuar con ese papel, con esa obra, con ese libreto y todos los retos que vendrán.

Otra vez es diferente casi igual.




De colores desvaídos se tiñe los cabellos de la tristeza, ateridos sus ojos no quitan la vista de la ausencia, una novedosa que poco conozco y mucho me duele. La vida que me fluye por las venas me espolea a continuar, impávida la ausencia desconocida se sienta en sus piernas pero siguen ahí los ánimos inexplicables de subirme a los lomos de aquel caballo y partir dejándoles atrás pero el caballo nos mira con aprensión, se aleja, sin pensarlo dos veces.
Con ímprobo esfuerzo trato de alcanzarle pero al final no puedo, mis piernas están cansadas de tantos años pendientes que me quitan el aliento, la tierra adusta y yo con esas compañeras indeseadas, detestables, horrendas. Embebida en mañanas astutas y noches nostálgicas siento que desfallezco en los brazos de la desconocida raposa ausencia, ya no es la dulce cítrica, esta nueva apesta a tinta y a luz que en días como estos últimos se me quiere desvanecer de la nariz inútil e ominosamente.
Quiero que pasen los días, que no sólo pasen, mejor que corran porque ellas dos me acompañan y a ellas se les une la inquietud, la incertidumbre, las corazonadas ciegas, el amargo que me deja en el pensamiento la frialdad, la distancia, el silencio de muerte. Este es el momento en el que los ateos dicen “Dios mío”, yo también lo digo pues es otra vez casi lo mismo, peor que ello, era diferente, maravilloso y terminó siendo inmundo, me está doliendo, no es el mismo dolor porque no es lo mismo, tampoco es el pasado lejano el que vuelve sino el reciente.
Ha sido abandonado el pincel encima de la cama, estoy esperando a la mano amiga…llego a la conclusión de que mis letras son nuevas y que el numen ya no es el numen, ahora es otro, es una nueva etapa o parecía ser otra porque parece quererse escapar y no mirarme a los ojos más.

Lástima y hambre.



Se oye el sonido del empaque de una golosina al abrir, el eco irremediablemente llega hasta mi estómago y me da hambre, estoy atenta a la clase, sé perfectamente que habla sobre la preferencia que se tiene por el blanco sobre el indio, cómo éste último trata de recuperar el espacio que le fue quitado por medio de la informalidad y la migración, continuando con su patrón de comportamiento en los asentamientos humanos llamados antes "Pueblos jóvenes", dominan la situación económica pero aún no la cultural, siempre hay una disputa invisible entre ambos, racismo de una parte y de la otra...
Ese puede ser un pequeño resumen de lo que trata la clase de Patrimonio Cultural el día de hoy pero tengo hambre y me muero por comer algo, es curioso pero esta clase siempre me da hambre, sospecho que es por la hora, medio día es la peor hora para un estómago hambriento, van a ser ya 3 años de lo mismo así que se puede decir que estoy acostumbrada sin embargo días como hoy y clases como ésta me hacen desear devorar...entonces a falta de ideas o de comida buenas son las palabras, yo ya las vomito en papel porque es esto o pensar seriamente en comida.
Pero ya lejos de la comida, el hambre y las palabras, no sé ni cómo presto en cierta forma atención a la cátedra, cuando en mí se encierran varias interrogantes para dos entes opuestos que ya están instalados en mis pensamientos e interés y eso me asusta...
No sé si me asusto por quién sabe todo y es irremediable que se encuentre ahí, me asusto más o completamente por quién aún no tiene idea clara de lo que pasa y que es mejor que no sepa porque sólo sería un problema...
Es simpático observar a dos personas opuestas sentadas frente a frente en algún sillón que les ha provisto mis pensamientos, tal vez comiendo algo que les ofreció mi interés pero es tan putamente irónico que a las justa y saben que respiran vida...
Me leo y siento lástima por ellos pero más lástima por mí.

La tregua.



Ayer terminé de leer "La tregua" de Mario Benedetti
¿Alguna opinión?
Muchas, pero ninguna que quiera escribir.
¿Por qué?
No me provoca.

Lo que sí, la recomiendo, léanla, Benedetti qué en paz descanse, pocas veces (ninguna) me decepciona.

Estoy camino a casa y escribo encima de una hoja arrugada, no entiendo si es el clima frío o las nubes que me hicieron pensar algo serio (bueno eso depende de qué sea serio para cada uno), usando en estas cavilaciones a un personaje del libro del muy grato Uruguayo (sí, Benedetti).

Toda mujer puede ser una Avellaneda, en el bus sentadita y escarbando palabras pienso que todas, hasta yo, podemos ser Avellaneda o ya lo somos y no lo sabemos. La de la mirada perdida que tengo al frente, la de labios delgados al lado suyo, posiblemente la que se dormía al lado mío antes de que se bajara en el paradero que la llevaría a su destino, la que estaba de pie y se sentó cuando la otra bajó.
Todas esas que tienen nombre y tampoco importa cuál es, podrían ser la Avellaneda de algún padre, la Avellaneda de un hermano, la Avellaneda de otra Avellaneda, la Avellaneda de algún hombre bueno o desgraciado o sencillamente la Avellaneda de sí misma.

Era necesario Mario.




(07/04/2011)

Te amo, ahora se pudre...




Mientras salía el agua sucia mi corazón se disolvía en llanto, tal vez si mis sueños no se hubieran hundido en tu peculiar olor, el peculiar olor que verdaderamente nunca olí.
Ojalá el suavizante de ropa sin doble enjuague suavizara mi pena, mi amor demente y mi obligación por olvidarte, seguro suavizará el olor que sólo queda allí.
He decidido sacrificar a mi nariz que sueña con tu olor navidad, detesto navidad conscientemente pero tu olor navidad puede más que mi dolor y el odio por navidad, el olor de las ilusiones, del regalo bajo el árbol con tu forma envuelta en papel de regalo.
Parece la despedida y “ya sé que no has querido hacer llorar a un gato herido” como dice esa canción de Rocío Durcal…la presión y muchas cosas que no entiendo, ayer y ya una u otras noches te he tratado de omitir de mis sueños con éxito, puede ser que te hayas quedado, que yo te haya dejado, junto a mi suerte tomando café expreso.
Nunca me he “caracterizado por ser perfecta” (¿Quién lo es?)pero sí por escribirte amor en mis pupilas…en año nuevo me hubiera vestido de tu color y te hubiera hecho perfume de mi corazón pero hasta el momento es hubiera estancado y deseoso.
El destino me dejó tan desconcertada como el presente y esa me querrá incontrolable…querer nunca fue mi materia favorita y lo hago bien hasta exagero en detalles y asfixio a mi querido y amado amor.
También si me quejara diría que nunca colaboraste con mi amor amante, que mis ojos han estado más hinchados de llanto contigo que con la muerte de mis muertos ya enterrados y más y más y más quejas.
Pero nunca me he arrepentido realmente de amarte, sigo amando todo de ti y lo oculto, me lo escribo en los brazos pues tus ojos ciegos ocupados nunca lo leerán, para no molestarte y lo olvido y te amo.
Y ahora que lo transcribo te amo se me pudre, a veces parece que ya no.

Debes estar pero no debes ni estás.




Debes estar embriagándote de alcohol y placer en algún lugar, debes estar perdiendo el conocimiento en algún parque o tal vez debajo de la cama rosa, debes estar viajando en una nave espacial y llegando a olvidar lo que parecía real y nunca fue, debes estar sabiendo que no sé, debes estar en medio de disponible y ocupado para el mundo, debes estar bailando con un peluche horrendo, debes estar quemándote en hielo, debes estar caminando alguna calle que quiero caminar, debes estar deprimiéndote con la mirada fija en el techo, debes estar olvidando que hoy es sábado y no tengo sueño, debes estar traspasando alguna ventana enemiga, debes estar pensando que no fue Lunes y que nunca llego, debes estar acariciando mis dedos sobre el teclado, debes estar criticando al resto, debes estar yo sé que debes yo sé que debes estar pero no debes, no, no debes, no estás, no estás.










¿Por qué?

Un parque.



En la tarde de este día que está a punto de escaparse, me la pasé persiguiendo al sol con la secreta esperanza de que no me tueste pero que me mantenga caliente para siempre, enfrentándose así a la humedad del pasto y al frío del pensamiento, se me fue y de tanto correr somnolienta me encontré.

Ocupada.



A veces es más fácil quedarse frente a la pantalla del ordenador sin saber qué hacer a hacer algo o escribir por ejemplo, ya saben, saque unas cuantas fotos, me pasé la tarde en teatro y saqué la copia de la copia al libreto…suele existir el temor tácito de que sigamos ausentes y hay que ver que sigamos son varios y no llego ni a uno, por eso las dudas son floreadas aunque todo vaya en serio y parezca de mentiritas retocadas, sólo espero engullir algún hot dog mientras camino a casa, aún son las 21:15 y parecen las mil quinientas menos cuarto, me siento muy animada tal vez es el libreto que me lanza buenas vibras o sólo la sensación de que hoy y estas semanas que siguen estaré tan ocupada que no recordaré mi nombre.

Por ahí se oculta también la otra cara de la moneda una que no me atrevo a voltear y que trae consigo poco tiempo para pensar en la novela que escribo aunque no haya empezado ni con la primera letra, el estrés y siempre claro está el extrañar, siempre extrañar y extrañar a blanco negro y a colores.

Como agua para Chocolate.




Será porque las cosas no se desarrollan como quise que “Como agua para Chocolate” me deja sabor amargo en la boca, Tita debería cocinarme algo que no me levante el lívido sino que me llene la cabeza de ideas y calma.
Cuando suelo leer me gusta participar del libro muchas veces y cuando no me gusta algo suelo cambiarlo a mi gusto en alguna hoja de papel imaginaria que se publica en el inconsciente de los personajes para que hagan por un segundo lo que no deben y después se condenen al final que les fue asignado.
Es la primera vez que leo a Laura Esquivel y no sé por qué me deja cierta sensación a Isabel Allende, eso sí, leí el libro en un día menos de lo que leí sin terminar aún “La casa de los Espíritus” aunque también el número de hojas y la flojera que me da hacer la tarea de comunicación escrita lo justifica.
Recomiendo que lo lean, el título sólo me da ganas de una taza de chocolate caliente y las recetas producto de la imaginación de la autora dan ganas de intentarlas aunque probablemente salga un desastre y nadie quiera probar un bocado ¿O sí?.

Orza vacía.



En ese lugar, en ese estilo de vida parecemos un grupo surrealista salido tal vez de alguna gélida mente enferma y morbosa, tenemos una facilidad para reír como para insultarnos entre nosotros en una orza llena de frivolidad andamos danzando y burlándonos de todo ello que creemos innecesario pero que merece burla nívea de espanto.
Nadie llega a desliar lo ridículo.

Medio.




Es consabido que cuando no se encuentran mis ideas, se constriñen, porque todas se corresponden y ninguna se acuerda de ello, es de esa manera que rozagantes caminan por los agujeros negros del universo cercano a mi zapato, nos apuntamos ambos.
Una que otra bagatela en la punta de la lengua más de un par de ojos somnolientos en una fotografía de ayer, alguien dice en algún momento “me cae bien” y sabe que lo sé porque en medio de ese fragmento de poema existe un cielo amarillento y el olvido por completo.
En aquella azumbre de sueño la espera nos sigue aguardando pero aún no nos acercamos ¿verdad?, no recogemos ni uno ni el otro ojo y ya nos cansamos de reír sentados encima del buró del sábado que viene sin reparos, un álgido viernes ahora quiere que vuelvan ideas, digamos que no porque no hay tres ni uno.

Mañana.



Algunas mañanas sin sol y sin nubes yo iba, fascinada por el día cuando siempre fui de la noche, ahí me sentaba y escuchaba.
Una mañana coincidí con la enfermedad, una ausencia en ese momento se desparramó, el café descafeinado salió, una agradable plática y vuelcos en el corazón, la premonición ni siquiera alcanzaba esa idea de los años que le seguirían, mañanas sin sol que no se repiten.
Ya no pueden, ya no quieren asomarse por la calle donde pasaban autos y ahora sólo espíritus trotan...una sola de esas tantas mañanas sigue platicando con aquellos individuos desconocidos entre esbeltas comillas, la desconocida aún sigue diciendo "No faltes mucho a clases" una respuesta la golpea cariñosa suavemente "No para nada, sólo fue esta mañana".

Vencidos.




Ahora que no me encuentro quieres encontrarme dónde ajá sobra y Ok está a la orden, tengo temor de que esto sea otro comienzo de los finales que nunca terminan. La habitación toma un color y mi desorden cortesía tuya, se encarga de recordármelo, más aún el papelito escrito con marcador verde que me vomitaba palabras de amor instantáneo dulce y dolor como siempre de sello de agua en el fondo y en el trasfondo.
¡Oh diablos! Más de una soprano, más de una danza flamenca se hallan vomitando entre todos esos recuerdo y no estás ahí como no estás ahora pero estás, lo sabemos y es que ahora los bye y coco ya no son suficientes como para querer evitar el dolor que me causas y que dudo que te cause, dile a mis naipes, ellos afirman que sí.
Dame respuestas, dame salidas que estamos encajonados en un pasado que nunca empezó y en un presente que siempre quiere fluir y sólo se queda en besos flojos, desesperados de piel.
 
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