Voy a buscar una técnica para parir palabras, mientras como una naranja, me baño en jugo, que corre por mis manos y se filtra por mis pechos, me hace el corazón poquito ácido entre tanta dulzura que reprimo.
Es ahí que pienso en que podría hablar contigo eternamente y todo se vuelve dulce, hasta que los ojos se me revienten y desaparezcan en el par de chocolates que tienes en lo que llaman las puertas del alma.
Nadie me inspira a ser mejor, superar mis capacidades, más que tú y disculpa que no te lo diga pero ahí está entre las frazadas y los gestos que nos permitimos ocultar por el medio que nos desarrollamos.
Si te pasas por aquí lo sabrás o sabrás tal vez de nuevo lo que ya sabías, tal vez no pases, puedo ser repetitiva no como un loro , no como una grabadora, me invento maneras para decir lo mismo y sería más personal e íntimo que te lo diga no por aquí pero qué importa, nadie sabe que yo existo, nadie sabe quién eres tú, nadie nos conoce, nadie me lee en el verdadero sentido, nadie lee más allá de las palabras ni saca las imágenes que tengo en la cabeza, ni los sentimientos…
A veces me cuesta respirar, a veces todo parece difícil, nos sumergimos en todo el día a día que hace de maestro de métodos pocos ortodoxos, que sepas que aún siguen los 19 cigarrillos esperando, la mañana no los pudo acabar…estoy casi en blanco, mis ojos se pierden en pulpo de la infancia, me salgo del tema como siempre, me gusta que seas el protagonista de la noche que es eterna, mucha letra para intentar explicar que te quiero mucho ¿sí?
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