Anoche te apareciste extraño, como un ventrílocuo en sueños, sólo recuerdo eso porque eras pálidamente brillante, muy apuesto, ajeno.
No nos dirigimos ni dos palabras, de algún espíritu me escondía, tras la cortina de una ventana inexistente, me encontraba en los nervios.
Había alguien furioso, juro que era tu hermano, un hermano furioso que lanzó toda la ropa al piso, encontró una camisa blanca dizque mía y un brassiere negro…
Recuerdo que estaba vestida, tal vez fue ese muñequito tuyo, ese extraño el que me sacó la ropa interior, nunca lo supe, salí furiosa al encuentro de ese hermano que ahora apostaría que no es tuyo, al verme dio un portaso, ¿estaba desconcertada?, no lo recuerdo…
No me desperté pero lo demás es un misterio que tal vez descubras en otro sueño, uno distante...
Le pediría a alguien que me acompañe a recorrer parques, conversar un rato, tomar algo tal vez… tengo a veces temor al silencio, a las paredes desgarradas, enlodarme sola, sentir ello.
Pero lo haré sola, saldré sola, no quiero depender de nadie, manejar sola el tiempo hasta donde se pueda, creo que espero mucho de los demás o es que estuve sola mucho tiempo y aunque esté sola, prefiero tener a un maniquí o dos maniquís que hagan de personas y hablen cosas a las que no presto atención.
Hace unos segundos me enteré que nació otro ser, uno que no es de mi sangre, pero nació y así como hoy deben haber nacido muchos seres más y otros deben haber muerto, algunos en estos momentos han dejado su último aliento vagando por aquí y otros han llorado por primera vez, dejan constancia de que esa será la primera de todas la lágrimas con las que regarán la tierra.
Nos iremos solos, pero no lo saben.
Mañana iré sola y no tendré miedo, porque siempre estoy sola.
No sé por qué beso a la almohada, ni por qué la almohada me devuelve el beso cálido, como si tuviera todos los cabellos que no le conté nunca en la cabeza. No sé tampoco por qué demonios tengo que escuchar esos gemidos baratos, que la puerta esté cerrada no quiere decir que no lo escuche todo, antes me excitaban pero ya no llegan a tener ese efecto, me limito a subir la música a decibeles indescifrados, contamino el ambiente un rato a punta de música, abro un concierto en la habitación.
Voy a comenzar a tejerme una chalina de telas de araña, no encuentro qué hacer sin embargo me excita salir mañana de aquí, dibujar aves con luz, con la secreta esperanza de librarme de esa visión tan obtusa que he recogido en la bella pesadilla.
No quiero hablar de partes, de ninguna porque ninguna funciona, no se toma la molestia de molestarme y fingir que ríe, creo que ahuyentó a mi diversión, tengo que soportar todos los matices de cuando pierde el tiempo con todos los estilos de voz, estoy sentadita mientras ya ignoro que son seis veces de lo mismo, seis veces de ojos cansados, sonrisas que se desdibujan, no quiero preguntar tampoco.
No quiero caminar lejos, pero tampoco sé como intentar quedarme, ni siquiera sé la disposición de todas las pestañas invisibles que se caerán, que no se muestran, creo que necesito algo de chocolate, amagarme tras la barra, hacer de cuenta, que no existe, mantener la sonrisa.
Hoy también pienso contarme un buen cuento, sin olvidar arrancar algún cabello ondulado en extremo, odiado por mi manía y amado por el estrés. Arrancado, solito, reposando en la sábana de mi cama, en las mentiras que suelen suceder mientras escucho música, me muerdo de calor. El piso cremita, siempre anda manchado, casi no huele a pino… también él era crema o un intento de crema con anaranjado y cariño. Me pregunto qué gusano se lo habrá tragado.
En un rato más duermo, en un rato más, pero antes sé, necesito sacar ello y mañana despertar con ánimos, mañana ya es hoy, creo que tengo todo el día, toda la vida cuando es corta, las horas siempre se van sin haber llegado en algunos casos.
Paso por unos momentos en que lo racional lucha con lo irracional, es cuestión de usar la lógica, menos el corazón ¿te das cuenta como lo haces tan difícil?, corazón de mierda…
También existe el miedo animal, por derramarme en algo que si sería palpable, aún no dice la parte, aunque de deseos me muera, aunque la mente busque refugio en las manos y en las manos estén los sueños.
Con palpable me refiero no a lo palpable sino siempre a lo impalpable que es difícil, lo que se coloca a varios pasos de mis pies, a varios metros de mis uñas que crecen y se quiebran como mis ánimos en momentos similares.
Me escondo en la carcajada amiga, de los trazos de la adolescente infancia, me miento para no ser palpable.
Sé que los fines de semanas y los días se mueven prestos y sin elocuencia, ahí estas querida inseguridad amagando lo impalpable de nuevo, se da la cruenta batalla invisible, no alcanza a los edificios, ni a las horas, tampoco a las tardes en las que se supone que me las rifo, dicen que todo comienza en la mente, no quiero que suceda.
Vienen las preguntas, las evito, ahí se ve pintada la alevosía que no quiero conocer, tampoco imaginar pero que me carcome las no rimas, las aficionadas, sólo me queda la imagen apoteótica, de algún año que no acompaña el presente, de algún mes que no viene, de algún día que camina en solaz eterno a veces, quién sabe, en alguna hora, minuto y segundo que no entiendo, pero intento, en otrora.
Hace unos días...hace tres, para ser exacta, quise recordar viejos tiempos, abrí el buscador escribiendo "Yamato Nadeshiko Shichi Henge" (Un título largo ¿no?) conocido también como "The Wallflower" o "Perfect Girl Evolution", quería leer el manga o ver el anime pero me encontré con el Dorama, que me causo interés, carcajadas y forzó a mi memoria recordar los cambios entre el manga, el anime y éste.
Creado por Tamoko Hayakawa, la primera edición del manga se da en el año 2000, actualmente cuenta con 26 tomos que aún sigue en producción. Por otro lado el anime cuenta con 25 capítulos y el Dorama causa de mi diversión y sorpresa, cuenta con 10 capítulos.
Anime y Manga tienen como escenario la escuela, casa entre otros escenarios ajenos a Japón, los personajes aún son adolescentes... cuentan con 15 y 16 años, mientras el Dorama nos brinda una versión más adulta, todos ya universitarios y con los escenarios limitados por la cantidad de capítulos, como actores tenemos a los integrantes de grupo de J - Pop, KAT - TUN y la actriz, modelo Aya Ōmasa, interpretando a Nakahara Sunako.
"Hiroshi - Kun" modelo anatómico y mejor amigo de Sunako pasa a segundo lugar siendo reemplazado en el Dorama por Takeru, hijo de Oba- chan y primo inexistente en Manga y Anime, de Sunako.
Como todo manga Shoujo, contiene dosis exorbitantes de romance, peleas y situaciones descabelladas.
Yamato Nadeshiko Shichi Henge es la burla perfecta, al concepto machista de lo que debe ser una mujer japonesa, mostrando a una protagonista sacada de serie con grandes problemas de autoestima y aún muchas aventuras pueriles hasta cierto punto, realistas hasta cierta otra y siempre divertidas.
El final es predecible lo que no, son las carcajadas que me roba.
No quisiera ser ningún aparato tecnológico , menos uno que me pertenezca, los aparatos estos, me odian, saben que cayeron en las manos descuidadas equivocadas, los haré mierda y no lo lamento, mi conciencia no los alcanza. Los delincuentes que los roban también me odian, sabrán tarde o temprano que lo que me roben no podrán arreglar ni vender a un buen precio y saber ello me encanta, por idiotas. La gente que compré de segundo uso también me odiaran sin saber que yo fui la dueña, no les durará el chiste ni un año. No soy de las que cuida, compra fundas, da descanso, soy una tirana, sí y me encanta saber que lo soy porque para eso están hechos, para arruinarnos la vida mutuamente. Mis celulares, mp4, computadoras y de más, pasan días de días prendidos, días de días cargando, días de días funcionando, días de días flotando en agua (pregúntenle a mis celulares, ellos saben), días de día golpeándose contra el piso y sus pobre pantallas andan tan ralladas como se puede y más. No, definitivamente, eso de ser aparato tecnológico jamás sería lo mío.
Siempre que digo, me digo -"Fumaré mi último cigarro" - me pregunto, me preguntan, si será el último de los últimos o pasará a ser el penúltimo de todos los últimos que he fumado como últimos.
Uno no cree que un pequeño vicio se hace tan fuerte con los años, es más, a los doce no creía que robar cigarros de los bolsillos de mi padre o comprar cigarros baratos a manera de juego y experimento, se volvería un buen vicio de Lucky's Strike, rojitos, light y convertibles, no, nadie pensaba en ese entonces que podría acabarme una cajetilla en dos horas, ni que algún día llamaría "bueno" a ningún vicio, menos aún que tenga la necesidad de tener una cajetilla en mis manos o que me quiera fumar un sólo cigarro yo sola.
Se me ha bajado la presión mil veces, se me a acelerado el corazón otras dos mil, he caminado rápido y casi he terminado arrastrándome otras tres mil con cigarro en mano y han sido mis compañeros de estrellas fugaces, anaranjadas fijas, depresiones y sueños fallidos o a largo plazo que no llegan, he depositado también depresiones, lágrimas e incomprensión en todas la colillas, pero mis buenos pulmones los odian.
¿Hay acaso pocas razones para que los odien?
Yo también odio a esos terribles buenos compañeros porque sé que me matan, lentos pero seguros, además de hacerme gastar dinero que podría invertir en comida, bebidas (y no hablo de licor) o transporte.
Ahora tengo un último convertible, de la cajetilla número algo, digo la número algo porque no llevo la cuenta desde los 12 hasta los 20 (ya van a ser 10 años de vicio).
Y esta vez espero que sea el último de los últimos.
(Les pido buenas vibras, que me deseen buena suerte y fuerza de voluntad, sí se puede...sí)
Me quedo largo mirando una fotografía, vuelvo a lo mío, vacilo y vuelvo a mirar la imagen, doy un par de consejos perfectos que no sigo y debería, a una amiga, vuelvo la mirada a la imagen con los ojos al vacío, veo la manzana de Adán, cargo una fotografía, tengo miedo.
Me pregunto si querer tanto a alguien es saludable...a veces da miedo involucrarse tanto con algo que sabes que vale la pena, porque lo siento en el corazón y a la vez tener que lidiar con la realidad, el día a día y otros planes en los que está presente pero aún no.
No quiero ser repetitiva, cometo tantos errores como puedo y me siento más sensible de lo que debería, a veces hay golpes bajos del entorno, manoseadas e ideas peregrinas de gente que trato de alejar, me siento cada día en todos lados, en Machu Picchu, en la noche, en Bogotá, en Arequipa, con mis amigos, en la Universidad, en Estados Unidos, en el sexto piso, con mi gata, con mis loros, entre un grupo de arcanos mayores y menores que me inquietan, alivian y vuelven a inquietar, en un vaso de cerveza, en la depresión, en la risa, en los celos, en las mariposas, en lo que aprendo, asimilo, no asimilo, en la inseguridad, seguridad, en los problemas y en todas las colillas de cigarro, hasta en las que no aparece.
A veces pienso que voy a vomitar de pena, de la mano opresora que me oprime el pecho, creo que voy a vomitar sus dedos atracados en mis cuerdas vocales, la palma escurriéndome los ojos.
La felicidad que creí mía, era nada más que otro invento, ahora me muestra la otra cara, la que viene tras la máscara, una máscara que me dejó atrás con los ánimos por los suelos, las ganas de llorar, de echarme la culpa y no me entrego a esos sentimientos.
Me caracterizo por guerrear hasta el final, aún estoy en pie, aunque esté dando treguas a algo que tal vez no tenga remedio y yo vaya a ser la inmolada del combate, no dejaré, no me dejaré...pero esa soy yo.
Cuando busco una repuesta en el aliado, sólo encuentro abandono y desinterés, uno se cansa de luchar sola por lo que quiere y no sólo involucra a uno sino a más, pero aún cansada, tampoco me dejo.
Saldré de aquí y continuaré viviendo, buscando maneras, oportunidades, evitando deprimirme, aunque mientras escriba esto se me desmorone la cara de pena y quiera vomitar pero no vomitaré.
Es complicado colocar plazos, esperanzas, en algo y fallar, sentir que no sólo te fallaste a ti sino también a quienes confían en ti y en los progresos que puedas conseguir.
Pero no me doy por vencida, sé que mañana será un nuevo día.
Mañana se juega uno de los partidos de las semifinales de la copa América.
Perú vs Paraguay
¿Qué puedo decir?
No somos los preferidos, nunca lo fuimos pero como peruana, me siento conforme.
Tengo 20 años y en toda mi existencia, no he visto nunca al equipo de football jugar mejor que ahora.
Aquí, todos están muy emocionados.
En Brasil o Argentina ganar un partido de football es algo de todos los días, es normal, lo que sí, es escandaloso perder, en cambio en Perú una derrota es lo mismo de siempre y un partido ganado es más de lo que se puede pedir.
Cuando veo a personas del entorno tan felices, me gustaría decirles que moderen la felicidad que hay hasta el momento y no sean tan optimistas, porque a pesar de ser yo una soñadora innata, soy consciente de que los cambios requieren de un tiempo y que probablemente mañana no le ganemos a Uruguay, aunque un pequeño rinconcito de mi corazón que es casi todo por no decir todo quiere que sea así.
Estoy contenta con los resultados y pase lo que pase mañana, estoy orgullosa del empeño, la garra y la humildad del seleccionado peruano.
¿Qué puede ser peor que un DVD rayado cuando quieres pasar el rato?
Nada, no hay nada peor que querer ver una película, ir por la mitad y un poco más y que el DVD comience a fallar, a congelarse la película.
Eso me acaba de pasar, hace menos de media hora…
Estaba viendo “Mi pie Izquierdo” o “My left foot” en inglés, basada en el libro de Christy Brown y dirigida por Jim Sheridan.
Podría hacer un comentario, sí, pero no la vi completa, ni escribir sobre ella es el fin de esto que escribo… además, mi fuerte no es hacer de crítico de cine, no tengo muchos fundamentos para hacerlo, de ello se pueden encargar otros.
Lo que sí, no sé si sentirme “salada” o resignarme, por tener que quedarme sin terminar la película que me estaba haciendo digerible la noche.
En uno de los tantos sueños que recuerdo a medias, la fecha salió flotando, el anhelo se desbordaba… yo lo supe, no dije nada, pero se me marcó en el recuerdo… ya llega, ya siento que puedo respirar sin resignarme, aunque no sepa realmente si es que así funcione, si es que será así.
Estoy avanzando en la novela que escribo, no voy muy lejos y me atasco, justo en el momento, cuando voy a dar a conocer a otro de los personajes principales, me quedo plantada, en seco… no sé cómo describirlo o a quién se pueda encontrar el personaje principal, hay una idea clara de quién es, pero físicamente es un misterio que mi imaginación no llega aún a resolver. Entonces comienzan las típicas excusas como para no escribir; me duele la cabeza, estoy cansada, tengo sueño, ando muy ocupada, no hay inspiración, la lista continua…
Un recuerdo me camina de un momento a otro y me hace caer en cuenta que semanas antes, de salir de vacaciones, me dirigía a la Universidad en transporte público, menos mal iba sentada mientras un grupo de masa humana sudorosa se colgaba de la baranda del bus, subió un hombre, un anciano que aún parecía tener fuerzas como para darle a cualquiera una golpiza, se veía agotado pero aún podía sonreír con la niña que iba parada a su costado y la madre incomoda que no sabía cómo acomodarse en el asiento con el bebé que llevaba en brazos y la niña ya nombrada… pensé en ese hombre, como el candidato perfecto para ser el personaje de mi historia… veamos como sigue… sí.
Ahora con la Potter manía, se acaba la saga y todo, me vino a la mente algo curioso y muy gracioso.
Cuando tenía 12 años, me había vuelto una fan loca y demente de Harry Potter, amaba la saga, me había unido a los 20 mil grupos y foros en los que existieran información de HP, leía cada libro y me veía cada película que por ese entonces, llegaban a las justas a la tercera de la saga, además escribía fan fics que como es común denominador en mí a estas alturas, nunca terminaba.
Recuerdo que gracias a ello, “conocí por internet” a gente con la que aún mantengo contacto, pero lo que más recuerdo de esa época, es que estaba locamente “enamorada”, mejor dicho, ilusionada del actor que interpretaba a Draco Malfoy (Tom Felton).
Quienes lean esto (sonido de grillos) no crean que doy a conocer esto, porque Tom Felton confesó que tenía amor platónico por la actriz que interpretó a Bellatrix Lestrange (Helena Bonham Carter), ni porque Emma Watson confesó que su primer amor platónico fue el mismo Felton, (Como soy tan "famosa" quiero causar revuelo a nivel mundial ¡Já!) debo confesar además de que en esa época, sufría de celos enfermizos de fan sin vida, de la misma Watson , sin sospechar que a ella le gustaba Felton, me daba celos el que ella pudiera trabajar y compartir tiempo, con gente que yo admiraba y con el chico que me gustaba. Además de ello (ya pueden comenzar a asustarse) en algún momento pensé, en audicionar para la saga, lo que más risa no me puede causar a estas alturas de mi vida, soñar no cuesta nada.
Entremos al mundo paralelo de las fantasías ¿Qué hubiera sucedido, si lo hubiera hecho y me hubieran aceptado como parte del elenco? *Se ríe a pulmón lleno*, probablemente sería una actriz alienadacocainómanaanorexicaadinerada, como decía, soñar no cuesta nada y así.
Lo siento Tom, lo nuestro tenía que salir a la luz...
Siempre termino comprobando que de buenas intenciones está empedrado el infierno.
Es fascinante y estúpido, como las personas creen “saber”, cómo te sientes… peor aún… creen entender la manera como ves las cosas y después las consecuencias.
No ayudan, no, sólo terminan haciendo que la situación se complique para mí y para el pobre infeliz al que tendré que romper el corazón, cosa que no quiero.
Pero eso de la honestidad es necesaria… yo no podría hacer como que no pasa nada, no, no, no, va contra mis principios, el karma nos alcanza a todos, odiaría que alguien finja quererme o me vea como la puerta de salida a sus problemas de soledad y cariño medido en distancia que no se puede dar en el momento por S razones, me jodería ser parte de eso y no le puedo hacer ello, pero si siguen ilusionándolo, la sinceridad se hace más dolorosa, la situación más complicada.
Me encuentro en no sé dónde y tengo la ligera impresión de que con todo lo que toso podría despertar a el compartimiento en el que voy. Elegí una habitación sola porque no quiero que nadie aguante mis tosidos y yo no puedo toser libremente por incomodidad.
Odio la gripe en serio que sí y peor aún cuando tengo que viajar a un lugar tan frío como es Cuzco, tengo granulitos en mano, que son los que hasta el momento me han salvado ya, de varias, entre intoxicaciones, amigdalitis crónicas y bla bla bla.
No quisiera estar aquí, cuánto deseo mi cama, frazadas, música...aunque bueno eso último hasta aquí me acompaña.
No sé si qué quiero, sólo se que ya no quiero dormir más.
Me encuentro en el tren local, camino a Machu Picchu, es la primera vez que subo a un tren, íbamos a viajar en uno mejor que éste, pero no estaba disponible para esta fecha, no está mal. Todos comen helado, hace mucho calor pero yo no puedo, sigo con la bendita gripe (pensé en virgen, no sé por qué), la excitación aún es moderada por ir a allá, estoy agotada supongo, he tomado algunas fotos que ya le enviaré en su debido momento.
Duermo sola y le comento esto porque me siento muy responsable, en el sentido de que hoy desperté temprano y fui la primera en salir lista de la habitación. Ha sido un buen día hasta el momento, cuando duermo en habitaciones dobles o triples con mis amigas es más complicado, bueno no me siento del todo responsable de mis actos, pues dejo que ellas me despierten y así, pero al no estar disponible ninguna y yo haber decidido dormir sola para probarme, hasta ahora me fue y me va muy bien, aunque esté feliz, me siento cansada.
El paisaje es hermoso, las fotos ya le mostraran ello, por ahora sólo quiero descansar, hasta que llegue a mi destino...Machu Picchu.
Creo que los días tienen prisa por pasar, sospecho que hay una competencia brutal entre ellos y los paganos somos nosotros.
Parece menos de una semana en la que salí de vacaciones, menos de un mes que fue mi cumpleaños, menos que nada de cuando desempolvaba la máquina de escribir de mi abuelo.
Es ya un común denominador de los hechos, parecer menos de lo que son en verdad… ha pasado mucho tiempo aunque sea poco. Todos esos hechos han pasado y no tienen planeado volver, como vinieron, sino con otros rostros, otras letras, otros planes, otros sentimientos, otras perspectivas o las mismas personas pero con variantes que hacen las situaciones, enriquecedoras, profundas, trascendentes en el tiempo…
Siempre se mete la duda… de cuantas de esas “mismas” personas quedarán, algunas vienen desde el pasado, otras se hacen indispensables en cinco meses… pero todas son parte de la vida, de los anhelos, del presente y de querer su compañía en un futuro que se hace esperar pero no le da la gana de llegar.
Es por la velocidad a la que nos sometimos que se hacen entrañables algunos momentos de mi vida se hacen echar de menos, soberbiamente, me observan de lejos en el tren, en el avión, en el bus, en el taxi, en los kilómetros, en los abrazos, el llanto, la risa, la emoción, el galope furioso de mi corazón, fotografías, noches, hasta a veces en los pequeños celos.
Hoy me fui fiel a mí y a esos días que hacen todo especial, ahora me pregunto si habrá valido la pena, quiero creer que sí, sobre todo.
Hace unos días me preguntaron -¿Qué con el FUA? (Sonido de grillos al fondo)
Me quedé en - ¿Qué carajos es eso?...
No averigüé, hasta que la curiosidad me mató y quise ver con mis propios ojos de lo que se trataba...no era más que un borracho (me pregunto si esa persona, habrá visto el oso que hizo en televisión) con una idea muy interesante.
En otras palabras es dar más allá, las personas de por sí, siempre pueden dar más de lo que creen que es el límite, uno se limita con la mente pero la fuerza está ahí, como bien dice el borracho - "Dar el extra es el FUA" - me estoy riendo de lo lindo.
Sería bueno que, comencemos a dar el "FUA", más seguido.
Hoy amanecí cansada, creo que ando mal de salud aunque no lo analice mucho, no es la gripe, ya desde unos días ando más cansada que de costumbre y de la nada, me provoca dormir más de la cuenta, lo único que me mantiene en pie son los ánimos por querer hacer las cosas.
Más tarde tengo un cumpleaños, el año pasado no asistí por estar muriendo con gripe en mi cama después de una salida al cine con tres amigas a las que casi no frecuento, con las que el trato cada vez se hace más distante… así que ahora la dueña del cumpleaños que con el tiempo se ha convertido en una amiga más querida me ha pedido que no le falle. Me pregunto si los ánimos me acompañaran o el cansancio y el examen de sangre que pretendo sacar mañana, me ganará.
Cuando uno va madurando, se va fijando en ciertas cosas en las que no se fijaba antes, en este mes, me veo pendiente de mi salud y mejorar ciertos hábitos de vida. Sigue el cigarro ahí, aunque bueno ayer no fumé nada… hoy tampoco me provoca.
Creo que algunas personas, como yo, cuando llegan a base 2, comienzan a pensar un poquito más de lo que será el futuro.
Desde hace tres fechas no escribes "mi" al lado izquierdo de cómo me llamas, lo tengo en cuenta, todo lo tengo en cuenta, lo que me hace feliz e infeliz, hace que todo esto que siento por ti sea completo.
No puedo retomar la lectura, quiero seguir escribiendo pero no sé qué, siento que ando en un estado constante de no sé qué casi siempre, es una sensación vacua sin duda, me inclino hacía ella, me veo curando con caléndula los daños superficiales. ¿Alguna vez les pasó que quisieran estar por un segundo en el envase de otra persona? Es como que quisiera ver desde sus ojos la vida, sí, me ha pasado con distintas personas y no exactamente con las más queridas. Entrar a la habitación de otra persona, hablar con sus padres, amigos, enterarte de todo eso que no sabes y que tal vez malvadamente puedes usar a tu favor o ni siquiera, sólo tenerlo ahí como información, de repente poder ver la vida de esa perspectiva quién sabe tan errónea o no. Ahora último no me pasa eso, no, esa idea que tenía a los 13 de entrar en el cuerpo de otra persona o ser una silenciosa espectadora en su mente ya no funciona, ahora no quiero suplantar a nadie ni nada sólo pienso por ejemplo que esa persona Y que no me cae no debió ni siquiera nacer ahí, le cambio la nacionalidad o a esa persona R que sí me cae, le cambio las raíces y yo irme de donde era y es, pero dejó yo le daría mejor utilidad. No por falta de amor al país en el que vivo que de por sí me encanta y cada día confirmo ello sino por razones ajenas de experimentar y tal vez sentirme tan útil o más en otro lugar, útil obviamente para mis deseos. No podía ser menos tampoco, tenía siempre que ser la protagonista de mis deseos.
Irónicamente odio esperar pero me gusta hacer esperar cuando usualmente llego tarde a algún lugar X, pero este no es el caso, no había hora de llegada, no hay hora de llegada, pero sí tiene que llegar, aunque nada diga que tiene que llegar.
La demora la sospecho por diferentes razones, una de ellas es que siempre hay cosas que se atraviesan en el camino, siempre, ya desde hace mucho tiempo aunque sea poco, todo se atraviesa en el camino y todo tiene más peso que la espera o las ganas que tenga yo de la llegada.
No me sorprenderá que de aquí a unos días, me termine enterando qué fue, porque no llegó, es lo mismo. Ciertas situaciones constantes se hacen comunes, tan comunes que no hace falta de que sean comunicadas, sólo basta con que sean imaginadas, son predecibles aunque no se sepa exactamente qué carajos pasó.
Sin contar el hecho claro de que la falta de tacto está de moda, sí, las situaciones trogloditas están a la orden del día, mejor aún que eso, no puedo decir nada porque no tengo derecho.
Me queda la sonrisa bonita y las palabras, por eso las amo, sin ellas estaría en el psiquiátrico hace muchos años, de repente siendo atendida por esos anteojos de pensamientos venenosos, una maquinita de conocimiento que no es capaz de comprender a los pacientes por más dementes que estén, que no es capaz de entender a nadie más que a un libro.
La penúltima varilla de incienso de las tres que saqué se acaba de extinguir, acaba de dar su último aliento y yo aún no prendo el segundo cigarro del día, lo deseo y mucho pero tengo otras cosas en mente, mejores cosas que sólo pensar en cagarme los pulmones, en fumar cáncer.
A veces me siento sumergida en un grupo de jodidos melancólicos, que creen que la vida es mierda, yo a veces lo creo también, no todo lo que paso es de mi agrado como en la vida de todos, pero no es sólo eso desde que he llegado a la adolescencia, la vida de mis amiguitos de juegos se ha vuelto más mierda… en el sentido de que la vida se ha ido complicando por diferentes cuestiones autodestructivas o no de cada uno sino que a eso le agregamos el querer a alguien del sexo opuesto (a momentos quisiera que la raza humana se extinguiera).
Hace unos días hablaba con alguien de los diferentes tipo de querer, también algunos meses atrás tocamos el mismo tema… una vez me dijeron, hace ya un buen tiempo el típico…”Te quiero a mi manera” (no saben como detesto parar la lectura del Secreto de la Diosa por escribir sobre esto).
Sí, “Te quiero a mi manera”… desde ese momento hasta el momento en que mis sentimientos por esa persona se extinguieron nunca pude entender esa peculiar manera que me trajo tantas lágrimas (Sí, con el amor me vuelvo blandita), nunca la entendí, aún ahora que ha pasado el tiempo no lo entiendo, pero tampoco es algo que me importe, sin embargo me quedó la duda de cómo es esa mierda de amar a “su” manera.
Cuando me dijo eso comencé a indagar, hay personas que creen que sólo hay una manera de querer, o te quiere o te quiere, eso es todo lo que hay, o es blanco o es negro, que cuando te dicen eso es para decirte que no te quieren pero de una manera elegante…
Por el otro lado están los que creen que hay varias maneras de querer, yo no te puedo querer a ti como quiero a mis padres, ni puedo quererte a ti como quise a mi ex, no porque te quiera menos, de repente te quiero más, de repente aún no tanto pero hay otros factores que valen más en este querer que en el otro y todo ese bla bla bla.
Yo no tengo clara ninguna de las dos posturas, no entiendo cómo es eso de querer a su manera, obviamente entiendo más ello de querer como sé querer, pero eso no dice que la otra persona no me quiera, no dice nada… pero tampoco quiere decir que yo tome en cuenta su manera de querer como si fuera válida, como si existiera… creo que me quiero inclinar más a la “manera de querer” exclusiva de cada persona, tal vez yo en estas alturas de mi existencia quiera más a mi manera que nunca.
Hace un buen tiempo no tengo nada que decir,sabemos que es una mentira...Porque sí, tengo que decir todo, sólo que no me alcanzan las fuerzas, ni estoy acostumbrada a la rudeza con la que me tratas y no aguanto...es que lo esperaba de todos menos de ti. Debería haberme acostumbrado a ella, no puedo, no es fácil, tampoco quiero. Pero me veo aquí encerrada, era como que me lo esperaba de todos pero no de ti y te quiero decir sabes que sí, pero esas palabras no me salen y me conformo con sonreír, mostrarme indiferente, es lo que sé hacer mejor, quisiera que veas más allá siempre más allá...
Fue un error lo sé...pero en ti reposa mi debilidad, la sensibilidad también, no hay nada que pueda hacer, creo, por ahora nada, sólo quiero que por ahora no sea para siempre, ¿Entiendes?
Cierro los ojos para que no salgan pero es inevitable que salgan, yo también deseo que se escapen, así que se escurren, no las acompaña nadie, son silenciosas...
Quisiera que todo vuelva a la normalidad, ya sabes, eso de activar la máquina del tiempo y la manija lanzarla hacia atrás sin pensarlo mucho.
Salieron sólo tres, puede que hayan sido cuatro, mi pecho no las quiso contar, el roce con la piel no las recuerda, se secaron pero la mano invisible sigue en el cuello, apretando de poquito en poquito...
Observo, me digo "me amo" sin convicción, pero sé que debo amarme porque sino ando perdida esperando que la imagen voltee a mí y no al vacío que parece estar más atractivo, implícitamente me dice que mejor me acostumbro porque así será siempre mientras se me retuercen las duda en las tripas.
Pocas veces han existido silencios tan pronunciados entre protagonistas, la película parece estar buena pero algún espectador me odia, una palomita de maíz me acaba de golpear el rostro y quien dirige no se ríe, hace tiempo que no.
Cuánto quiero respirar no lo sé, la respiración se me hace lenta, si me olvido de levantar el pecho una vez más estaré oficialmente acompañando a San Pedro, pero ¿quién es ese viejo?.
No sé qué sabor puedo distinguir, voy atrasada en todo...esto de la paciencia me cuesta, se lleva fuerzas y tiempo, trato de aprenderme todo eso si es necesario, le doy lástima a la sola idea, respirar me cuesta.
Sinceramente tengo miedo de que la realidad en la que no me vislumbra me gane, a mí que soy una ilusión, un espejismo en el desierto...por primera vez me quiero materializar.
Me fastidia esa perra actitud, es una actitud puta. Sé que no hay momentos adecuados ultimamente, pero no me esfuerzo por demostrar cariño, me brota y no puede con eso seguido a ello me caga con esa actitud de bueno ya.
Voy a buscar una técnica para parir palabras, mientras como una naranja, me baño en jugo, que corre por mis manos y se filtra por mis pechos, me hace el corazón poquito ácido entre tanta dulzura que reprimo.
Es ahí que pienso en que podría hablar contigo eternamente y todo se vuelve dulce, hasta que los ojos se me revienten y desaparezcan en el par de chocolates que tienes en lo que llaman las puertas del alma.
Nadie me inspira a ser mejor, superar mis capacidades, más que tú y disculpa que no te lo diga pero ahí está entre las frazadas y los gestos que nos permitimos ocultar por el medio que nos desarrollamos.
Si te pasas por aquí lo sabrás o sabrás tal vez de nuevo lo que ya sabías, tal vez no pases, puedo ser repetitiva no como un loro , no como una grabadora, me invento maneras para decir lo mismo y sería más personal e íntimo que te lo diga no por aquí pero qué importa, nadie sabe que yo existo, nadie sabe quién eres tú, nadie nos conoce, nadie me lee en el verdadero sentido, nadie lee más allá de las palabras ni saca las imágenes que tengo en la cabeza, ni los sentimientos…
A veces me cuesta respirar, a veces todo parece difícil, nos sumergimos en todo el día a día que hace de maestro de métodos pocos ortodoxos, que sepas que aún siguen los 19 cigarrillos esperando, la mañana no los pudo acabar…estoy casi en blanco, mis ojos se pierden en pulpo de la infancia, me salgo del tema como siempre, me gusta que seas el protagonista de la noche que es eterna, mucha letra para intentar explicar que te quiero mucho ¿sí?
Salgo de ahí como si mi pequeña travesura me fuera a encontrar, tiro una piedrita en su ventana, espero que se asome, me escapo pero la veo diminuta y astuta con los ojos que tengo en la nuca… La más conocida me niega los lados positivos, escose y confirmo que soy una experta silenciosa condescendiente con esa postura de ser de todo yo sintiéndome como que nunca fui de lo común, monótono. No estoy en medio de dos travesuras pero me arde las maneras de la conocida, las descortesías de la no conocida, me desespera esto de no andar encontrando mi guión en sueños y que la primera para mi alegría o pesar no sea aventura mientras le doy golpecitos, me divierto desesperando a ambas, jugando con la curiosidad y el desconcierto que pueden dejar depositadas las palabras en lo incierto.
