El secreto de la Diosa de Lorenzo Mediano



Mujeres poderosas, hombres sedientos de sangre y carne humana. La eterna lucha entre sexos desde tiempos prehistóricos; la agricultura, la esclavitud, la paz, la guerra, mujeres y hombres.
Es todo lo que me limito a decir del Secreto de la Diosa, un libro que ha sido el culpable de algunas pesadillas y también de un mundo en el que las mujeres reinan y protegen un secreto que al saberse es penado con la muerte.
Léanlo. 

Decoloró...


Van Gogh: Puente levadizo, 1888.

Puente levadizo, Vincent Van Gogh, 1888

Se ha formado una marca a lo largo, una marca de urea y cuentos extraños. Lentamente el color se ha ido escapando y los recuerdos se han ido secando; comer los pensamientos, mis hijos; escupir la traición, sus atributos; cocer el hígado, donde se halla el valor; terminarlo.
Porque viene por segundos y se va por días de días, tantos que en la incertidumbre se me agota la garganta de llorar tanto, los poros creen sudar pero es llanto, salado desigual. La marca sigue avanzando, aumentando el valor y desnudando la falta de tacto.
Pequeños cuentos decolorados, me narro.

Sexto piso... 17/09/2011


La Silla de Gaugin, Vincent Van gogh, 1888

Venir aquí es quedarse todo el fin de semana y olvidar que tienes algún trabajo tedioso para el Lunes o que hay que aparentar ser alguien que no eres para el Jueves.
A veces parece ser más tarde de lo que es, más temprano también si se quiere, el tiempo puede pasar nunca.
Las sombras de los árboles bailan entre sí y con recuerdos lejanos siempre, vienen las nostalgias ajenas y propias, la curiosidad se decanta entre sueños hacia imágenes borrosas y esperanzas que no están extraviadas sino en el consciente, que tampoco quiere.
Éste fin de semana no hay boleros, ni tangos, está todo tan silencioso y como nunca no quiero más sonido que las risas de dos generaciones pasadas que llenan de calidez el ambiente.
El calendario no se halla en éste lugar y aunque me quiera encontrar, se olvida, él se olvida.
Ojalá los día fueran así, ojalá un día fuera así de eterno.

Entre.

Después de mucho tiempo no pasa ésto.
Pero es que estoy tan ocupada que puedo decir que he olvidado mi blog.
No es cierto, pienso en este espacio que me ayuda tanto, siempre.
Como siempre si no hubiera sido por este pedacito de mundo virtual, hubiera estallado hace tanto tiempo.
Quiero decir sin embargo que aunque el estrés me tenga de los pelos, esta semana acabé ya mi primer cuento y me siento feliz, ayer comencé el segundo. Ésos pequeños triunfos son maravillosos entre todo.


Dama de Azul (Frau Barth), Edvard Munch, 1921

Noche endulzada.


Se endulza la noche con bellas palabras, embadurnadas en deseos que caminan lejos. 
Llegó el día, la hora y el momento.
Es el ultimo intento, con lo demás se queda el tiempo.


Cráneo fumando un cigarrillo, Vincent Van Gogh, 1885

Parásito...



Dormitorio en Arlés, Vincent Van Gogh, 1888

Aparentemente puedo sonreír y también bailar sin tenerte atravesado en la garganta ni en la memoria.
Pero ambos sabemos que es una mentira, al menos yo lo sé, porque tú cada vez te desligas más de mí y de lo que me sucede.
Antes de que pienses algo y antes de que diga algo para remediarlo y hacerte sentir o creer sentir que todo está bien…la verdad estoy muy triste.
Sonrío porque tengo boca y aún puedo, bailo porque detesto llorar, aún después de tanto tiempo que es relativamente poco.
Estoy pasando por un periodo de depresión en el que no estoy del todo consciente qué ocurre y esta depresión la manifiesto escribiendo nada y pensando también en nada.
Sólo espero que se me pase.
Necesito continuar y no sentirme más un parásito del pasado.

Setiembres...


La iglesia de Auvers-sur-Oise, Vincent Van Gogh,1890

Llega el momento en que las palabras de otro Setiembre parecen ajenas pero son mías. He madurado, he cambiado para bien y para mal, he hecho y desecho mucho.
No siento lo que sentía en ese entonces, sencillamente le perdí rastro a esos sentimientos y todas las buenas intenciones de ese entonces. Alguien más se adueña de ellas para luego limpiar la mierda y me duele.
Las de este Setiembre perderán intención en un año, tal vez menos.
No sé qué esperar, sólo un día más y otro después de ése para rectificar.
La vida es tan frágil, que  no importan los Setiembres ni las intenciones, sólo vivir.


Siempre vuelve en Primavera...

No sé si es coincidencia pero tú y la primavera son afines cuando se trata de llegadas...no le causaste sorpresa, pero a mí sí.
Yo te he cerrado la puerta en la cara y lo siento pero fui tan cobarde como quienes ahora me la cierran a mí, por eso tal vez debo entender, que me hacen lo que me hacen.
Yo soy peso pesado; tu más.
Yo soy egoísta; ellos también.
En el fondo me alegra que hayas "vuelto", aunque no sé qué es volver y dudo que pasemos otro día de la primavera igual al del año pasado, me alegró conocerte.
No sé si lo sabes y no te lo diré porque eso sería caótico, amigo...
Para los dos...nunca me llegaste a decir eso tan importante pero no relevante y contradictorio que quisiste decir.
Nunca te dejé.


Dr. Paul Gachet, Vincent Van Gogh, 1890

Palabras y sentimientos...dos en uno, uno en dos.


Puente de Gleize, Vincent Van Gogh, 1888


Escribir al amanecer, al anochecer y cuando todo calla, mi corazón grita.
Cuántas veces, cuántas noches...el remedio a la infección que es la pena; dos lineas, tal vez una palabra que se carga de sentimientos, vida.
Es parecido al soplo ese que dio el Dios de los cristianos, al ser humano para ser humano...es el soplo que le damos los que respiramos por medio de palabras, el soplo que les da vida y las hace reales.
Ahí es cuando comienzan a jugar a la ronda en sus cerebros, la fuente en la que elegí sumergirme, donde la incoherencia decide ser autónoma y feliz, disfrazándome, dándolo todo, para deleite y odio.
Es el canto de mi vida que se reduce a palabras sentimentales.


Insomnio



Puente de Grand Jatte, Vincent Van Gogh, 1887

En el insomnio se esconden algunos brazos peludos, otros lampiños e ideas solitarias.
¿A caso has visto?
Si vas hasta bajo o hacia arriba, la pena y el alcohol te carcomen el cuerpo.
Pobres infelices nosotros. Tocando el fondo, tocando las nubes con las manos, sentados en el bus con las cabezas volteadas hacia el infinito, formando figuras con las nubes, ignorando que eres, que soy, que somos por separado, extraños.Vulnerables, frente al destino y a todo lo que volveremos a intentar.
Nos alejamos de ello, de aquello que nos brindaba cierta vitalidad idílica.
Ideas tanosas que no tienen razón pero tocan carne.

Algún día de abril, sin fecha.

Estoy en clases de Inglés y solamente pienso en salir de aquí, arreglar mi habitación, ser útil, serme útil, escribir, estudiar tal vez.
Cada día pienso menos en cómo era a cómo es. Me doy cuenta de que sigo enganchada a ello porque me fijé en los detalles, no en todos porque también estuve indiferente pensando en mi muletilla que no llegaba y nunca llegó.
Suena y se escribe feo; "Muletilla".
Sin embargo me ayuda a no pensar demasiado y no prestar atención a pensar en algo que parece valer la pena y sin embargo ha sido, me digo, pero es totalmente para mí...
Ayer no me fue bien, me sigo fijando y tropezando en esos detalles, en cierta forma sigo siendo voluble, pero ya no lo digo, ni lo siento a plenitud.
Evito preocuparme pero necesitaba escribirlo, porque se me queda clavadito en el pecho y necesito continuar.


La lotería, Vincent Van Gogh, 1882
 
Acerezada Blog Design by Ipietoon