Nunca pensé...




De un momento a otro, violentamente reaccioné sin palabras, la cara se me descompuso tal vez y hasta gusanos venenosos me salían por la boca, ojos, nariz y orejas, en los que se prendieron celos desconocidos ocasionados por un desconocido también muy amigo.
Entré en mi bipolaridad de hoy que se vislumbraba hasta ese entonces como calma profunda inalterable a una tranquilidad tan cierta como cachetada de payaso porque la inquietud, el temor vinieron después, no lo pude ocultar o bueno no oculté la inquietud que se presentó como tristeza desilusionada pero los celos sí los guardé bajo mil candados de corazón y llavecitas sangrientas.
Las razones de mis celos son tan tontas como ¿cuál es el color del caballo blanco de Napoleón?, así que sin mucho y aunque di la impresión de ser una chica muy triste, no me agrada pasar a ser la segunda de la lista, no, y que se demore conmigo pero que con la otra niña sea muy rápido (quéfresahorror) pero es que no y no y no, sí me dieron celos y no, no puedo preguntarle por qué o qué sé yo y no sé qué más porque somos amiguitos, desconocidos pero con una conexión muy profunda (Y ahora comienza el rezo satánico por que no lea esto pero si lo lee y entiende que me lo diga).
Nunca pensé sentir celos tan fresas, no.

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