Poro.

Llega un punto, un punto distorsionado de tanto sueño, de tanto seguir una palabra y querer defender más allá de lo que nunca te defenderán en la puta vida.
Cada día cae en cuenta que no, que no es, que no será, que dolerá pero tal vez menos de lo que duele en la actualidad. A veces no es necesario que te repitan las cosas que sabes, cuando las repiten cavan más la herida cavernosa con la verdad, me brota sangre de los ojos y de cada poro, de cada maldito, ajeno, único, mío…poro.