Escribo para sobrevivir.




Y dejando de lado las despedidas y todo el romance que no pienso tocar en mucho tiempo.
Hoy fue el día para nada, es Jueves y ando cansada…es sorprendente el cansarse sin hacer absolutamente nada, aunque dudo que exista, la verdad es que no estás cansada o cansado sino que es la costumbre de decir “Estoy cansada o cansado” como si hubieras hecho algo realmente importante, a favor de eso podemos decir que estamos viviendo y vivir por inercia y qué sé yo cansa.
Hay sol y obviamente tengo que hacer muchas cosas como prender la lavadora y lavar ropa, hacer mi habitación, tender mi cama, darle una ojeada al libro Obras Completas de Gustavo Adolfo Bécquer, escribir lo que escribo y que no es esto y terminar de leer el libro que a las justas empiezo de Zecharia Sirchin…¿Llegaré a terminar los 14 libros que tengo en mente en estas vacaciones ¿Llegaré?, es improbable, pero me gusta plantearme misiones imposibles que las puedo hacer posibles si me olvido de ciertas cosas y me enfoco en lo escencial.
Por cierto mañana me encuentro con dos amigos de la Universidad así que tendré tiempo de sobra para reírme de las mamadas más grandes y nuevas que traen estos encuentros.
Extraño la Universidad, las vacaciones traen consigo esa maldición de querer volver al estrés con tal de no estar encerrado con uno mismo en la casa, aun teniendo muchas cosas que hacer y sin querer estar haciendo realmente nada, estoy segura de que cuando vuelva a la Universidad querré estar por seguro sentada en la mesa del comedor, con la minnie netbook escribiendo la historia de las mil y un pavadas a estar sentada escuchando alguna clase aburrida de Filosofía…
La verdad es que hoy no es mi día, hoy no me encuentro y como podrán leer mis ánimos por ser positiva y ver las cosas de colores, arcoíris por seguro no están funcionando
Quisiera estar dentro del cráter del Misti llorando aguardiente con el chinchilico
Si no saben dónde queda el Misti averigüen y así…la verdad es que algunos como yo sólo escribimos para sobrevivir.

2 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Escribir siempre es una buena terapia, da igual cual sea la dolencia. Ánimo y sigue con ello...

Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

Andrea Cherry dijo...

Es cierto, para mí escribir en estos momentos y siempre ha sido la mejor terapia, gracias por los ánimos y los comentarios.
Un abrazo.

 
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