Nostalgia de ti.

Tu silencio me agobia.
Yo pocas veces callo porque cuando te veo me recargo de palabras, de ansias, de ganas de decirte el mundo en palabras, de decirte lo que siento en vocales, de hablarle a tu corazón con el abecedario.
A diferencia tuya, yo no considero que escribirle al amor sea una perdida como tampoco considero que dormir cuatro horas o menos por ti no valga la pena.
Tal vez es que no te has enamorado o que yo tengo las maneras comunes de amar y tú la hayas botado en el ropero.
Estás calladito, estás ahí en la distancia, mirándome de lejos sobre el baúl de recuerdos y miedo, ahí mirándome con esos ojos más grandes que los míos.
El año nuevo del 2009, no fue igual al del 2010, ningún año será igual, sin embargo me acompañas sin enterarte a donde voy, te busco en mis recuerdos, en imágenes, en mis sentimientos y en todos esos estás.
Y me viene nostalgia de ti, nostalgia de muchas cosas, muchas pláticas y muchos sentimientos que aparentemente yo estoy enterrando en el patio trasero y que no puedo ocultar fácilmente, no lo percibes, no te enteras o haces el que no te enteras.
Pero cada vez que llego a casa después de una jornada difícil o de una fiesta o de donde sea estás ahí, supongo que quiero creer que mi almohada es tu pecho velludo, ahí busco consuelo…
Ojala entendieras todo esto, ojala yo entendiera como son las cosas…
Todo lo que empieza acaba, yo no tengo, ni tuve miedo de empezar ni de comerte en palabras sinceras besuconas, ¿sabes?...tengo miedo de acabar y ni siquiera haber empezado.