La boda real.




Hace unas horas llegué a casa, me olvidaba y no, que hoy se casaba el príncipe William de Inglaterra…cómo pasa el tiempo.
Nunca olvidaré el funeral de su madre, yo era feliz con mi loción y rejolito de conejito mientras la difunta madre pasaba en el coche fúnebre por televisión blanco y negro. No sabía bien que pasaba y tampoco me interesaba hasta que agarré sin querer las revistas de mi madre, que eran ediciones especiales dedicadas a la princesa Diana de Gales, ahí vi a dos niños con la cabeza gacha y el rostro perdido en tristeza. Al principio me dedicaba sólo a ver la imágenes de la revista, la lectura con letra pequeña y en ese entonces mi dificultad para leer me hacía tedioso el momento, habrán sido tantas las veces que he visto esas revistas que me anime un día que no recuerdo, a leer la historia, recuerdo haberme conmovido y haber pensado ¿Qué será de ellos?
La historia se escribe sola, lentamente, uno de ellos se metía en líos, borracheras y más escándalos, el otro un poco más centrado parecía convertirse lentamente en la imagen de Diana aunque a ciencia cierta ambos parecen ser sencillos y de buena entraña.
Ahora uno de ellos ya está casado y todos comparan la boda del príncipe con la de sus padres….las circunstancias, el tiempo y las personas que son únicas impiden creo yo que siquiera se intente comparar.
Sólo queda decir que sean felices aunque para mi madre gran fanática de la difunta princesa y madre de estos príncipes, siempre será la mejor.

0 comentarios:

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon