Ahí.




De pie junto a mí, observa lo que hago aunque pocas ganas me dan que se encuentre ahí, con mirada pueril y sonrisa en mano.
Pocas veces lo hace, pocas veces se le entiende, por eso se le ve tan novel ahí paradita zonzamente, hablándome con los ojos de todos esos recovecos que quiere encontrar entre palabras, tazas de café y galletas de animalitos.
Han pasado tantas cosas, pero dentro de esas cosas que pasaron nunca hubo más que un vacuo cariño, tan bien fingido que a veces parece real…
Sigue ahí.

0 comentarios:

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon