Cuando pienso en el río...

Se me revuelve el estómago de sólo pensar que tal vez otros ojos claros te tengan agarrado de los cabellos y no sean los míos,
Vomitar por las pupilas de sólo pensar que no eres mío.

Mi conciencia está partida en dos, entre lo qué es y lo que olvido,
Si sólo pudiera arrancarme la piel de tu martirio,
Hacer de cuenta que has muerto y que no tengo más que el suicidio.

Quisiera encontrar el por qué de tanto lío sino te tengo conmigo.
Detesté cada uno de sus latidos el día que me dejaste sin mi Dios el día del juicio,
Detesté aún más la burla en sus palabras de esos sentimientos apasionados y quietos que grabé en tus nudillos.

No quiero más que despreciarte por ser la rama que me dejó sin aire hasta el hastió
Mi perfección no fue mía y la tuya no fue mía, ni la risa fue de un niño,
Nada puedo hacer para que me ames ni para que me encuentre en este río.