Eufemicamente desnudos.(?)

Esta mañana amanecí con los ojos abiertos y agripados, he dormido dos horas, aún cuando estabas y el sentido del deber me hizo abrir las cortinas del sueño y volver a la labor tediosa que acaba pronto.
Aún estabas por ahí, silencioso, hoy no tuve ánimos de olisquiarte a lo lejos, hoy no pude y menos mal que no lo hice, así damos respiros silenciosos.
El sol aparecerá esta mañana no como ayer que lo desapareciste para mí, incendiará mi piel, como la incendia la verdad. ¿Sabes? aún, aún...la insolación de nuestra verdad no me deja de arder.
El momento más intimo es la desnudez que empañó el sol, el calor, el frío, tus ojos color tierra mirando atentamente las montañas enanas del paisaje, erupcionando placenteramente junto a la noche, al amanecer.
Ganas incontrolables por sentir el viento, la mano amiga y pasajera, confundida con profundidad pequeña y enorme, en medio de la noche, respirando dulce cítrico, alimentándome, mientras bebes el salado de mi corazón dividido.
Todo eso tan surrealista como los lienzos que dibujas en la figura delgada y decidida de mi mente.
Mi pierna quiere apagar de una vez la luz, enrollarse en uno de tus brazos y llevarte al padisiaco bar de deseosas realidades en nebulosa verde.
Enséñame de los libros del universo que tanto leías, las botellas de vino que no abriste, los caballos hembra que no montaste y que montarás conmigo a los pasajes "Eufemicos" del sueño, de la suavidad de nuestras pieles que cubren la cama de un Dios.
Mordisquearemos con la nariz nuestros presentes juntos pero separados como roza nuestra piel la tela de la placentera.
Hasta que llegue un día que no vaticino, que no conozco, el día en que nos meteremos dentro de la pastillita blanca y la empatía al fin sincronizará nuestra danza pagana, el que protege la cueva caerá rendido ante la magnificencia del afrodisíaco perfume de tu uña clavada en mi nervio.
Tal vez sólo estoy soñando con las pestañas abiertas...