Escribo esto...por alguna razón, me siento gorda, algo no cuadra, algo no ayuda...estaba echada en el sillón con las piernas arriba, abrazando un oso que no es mío, sin cigarros, sin dulces olvidacigarros con colerapena matariñones.
Quiero salir a caminar y no puedo, no quiero estar aquí y estoy, me siento obesaaburrida, a las justas escribo, una barriga de no embarazada en cinta, muy cansada.
En una hoja de papel de hace mil quiero aparece menos un signo de interrogación supongo que esa manita pequeña no lo analizó, según lo que la voz me dice mañana tendré que levantarme temprano...otra vez temprano...Sábado temprano ¡Qué odioso!
No aguanto estar aquí, no quiero estar aquí, no hoy, no ahora, no engordando mis pensamientos, no, no, no quiero.
Quiero salir, despejarme, olvidarlo todo, sentir esa libertad lejana de la monotonía, de una mesa, el cuaderno de la Universidad, el espejo donde me miro, las malas caras, los zancudos y eso...no sé qué se pudre más, yo o los duraznos del bolso...de ese bolso lanudo y podrido...
Me estoy descomponiendo, así que gastaré mis últimos centavos en cigarros o dulces.
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Me pinté los labios. abrigué y salí, caminé, encontré a dos adolescentes que me siguieron un rato, los desvié entrando y saliendo de una tienda a otra, 60 centavos en el bolsillo, un cigarro, volví lentamente, no había nada, calles vacías, una que otra persona embriagándose, fumé, no apareció en mi colilla, ni siquiera se asomó, tal vez el quiero menos uno de los dos de exclamación tiene sentido ahora...
¡Quiero.
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