Eres y es.




Te leo tanto como me leo, pequeñas frases que caminan entre silencios largos de dos conocidos muy desconocidos. Hace unas semanas las noches eran tan negras como las cabelleras de quienes vivieron aquí alguna vez, en un pasado lejano, unas semanas lejanas parecen también. Ellas me abrieron cicatrices profundas que no sanan aún y que tomaran tiempo, pero con unas cuantas lamidas tuyas siento que puedo tocar el cielo con las manos, me siento King Kong, una cocodrilo más fuerte y sonriente, que le sonríe a la lluvia y al pelo mojado, en vez de la chica de hace dos semanas, la chica también de Diciembre que pataleaba de cólera y de pena en una gotita de lluvia sin saber qué hacer. ¿Pero por cuánto durará todo esto?, preguntas como esas atenúan las sonrisas que dibujas en mi rostro, esas sonrisas que se dibujan hasta con los silencios más prolongados.
Eres la felicidad que el silencio te calla mientras mira esos ojos que yo aún no puedo ver, eres.

0 comentarios:

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon