F5

La vida no necesita de F5 como las ideas que me laten en la cabeza, F5, F5, F5…

De tiempo en tiempo empieza, dos a tres meses de descanso y se extraña, se extraña tener la idea, la persona muy idea aquí escuchando lo histérica que me puedo poner sin F5, no extraño sin embargo las palabras crueles, los sueños punzantes después de rechazo total, ni los celos atormentadores que me consumían misma vela, de un mismo lugar, en un mismo corazón, en un única ilusión.

Hay sorpresas nuevas, las caras nuevas ahora lustrosas, zapatos nuevos, nuevos porque nunca percibí antes lo que hay ahora gracias a andar a ciegas…no sólo en una sino en todas las personas, novedosa manera de ver la vida después de tanto en todos. Seriedad, sentido del humor más podrido que el mío, unos deseos de saber qué pasa camuflados en mi idea pomposa de celos provocados sin querer, desaparecer de la noche a la mañana como siempre después de iniciar. Por mi parte el no desesperarme como antes con la ausencia, el no enviar cada noche o al despertar un poema de Becquer…eso sólo me pasa con mi nueva manera de ver a una de esas miles de persona que se gana mi corazón sin querer, con las otras persona que ahora cambian, todo es igual y al final me queda el resignarme de que la vida no aprieta F5 cuando yo quiero ni cuando ella quiere, nunca lo hace y hace lo que hace a su manera para sorprenderme.