Ahora qué haré.



By the Deathbed, Edvard Munch, 1893
Continua y continuo, todo continua, desde que te vi ése sábado, no te he podido sacar de mi cabeza Almendrado, yo que te superaba a ti y a tu nombre compuesto, a ti y a tu indiferencia, a ti y a tu gusto por la otra muchacha.
Inconscientemente te busqué entre la gente aunque simulaba hacer otras cosas quería que me veas y tener esa sensación única de que te gusto y aunque sé lo que parece ser, tu actitud me confirma lo contrario a lo que creía y eso me hizo sentir completamente feliz...ese día te portaste lindo, hubieron incontables momentos en los que interactuamos, en los que estuvimos parados frente al espejo juntos o tras escena hombro a hombro, ¿fuiste tú el que te sostenía de mi hombro para no caer en medio de la oscuridad?...creo que hubiera deseado que te comportaras como un asqueroso patán para ya no quererte más y que definitivamente todas mis esperanzas se quedaran en la mierda, mis esperanzas siguen bañadas en mierda es cierto, pero aún salen a respirar tus recuerdos, no se ahogan, ahora qué haré cuando el no querer verte más esté dudando y no haya otra opción porque no la hay ¿o sí?, ahora qué haré, dime qué, háblame inconsciente, limpia mi cara suavecito y dime que se ve mejor, no te quiero dejar pero qué más hay, dime qué.

0 comentarios:

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon