Fracturas...


Irises (Pink/gree), Vincent Van Gogh, 1890

El día inicia tarde y con problemas, me gustaría causar menos problemas...
En época de exámenes, mañana el primero de tres frente a un curso de carrera, se presenta la duda de si es que debo o no, me siento poco identificada con la carrera elegida, ya desde hace unos meses frente al estrado, escuchando a los ponentes y a la poca pasión que siento, pensé en abandonarla pero no.
Es la única arma que tengo para un futuro incierto, un arma que deja de ser idílica pero esperemos que no sea defectuosa.
Desde que salí de la escuela tuve que postergar los grandes sueños de actriz, sí, esos de irme a estudiar a la RADA de Londres o a la Pace University y de repente de aquí en unos años aparecer primero entre el público de The actors Studio y preguntar al actor frente mío -Señor De Niro, señor periquito de los palotes, señor cómo se llame, mi nombres es Andrea Cherry, quién sabe porqué el Cherry, que es mi nombre artístico, usted sabe, estoy en primer año de artes escénicas (bueno, no sabe) y quisiera saber ¿Cuál es el proceso por el que pasa para construir un personaje, para relacionarse con él?
Después de algunos años, tal vez mil, volver a The actors Studio y estar sentadita en ésa silla donde estuvo el señor De Niro, señor periquitos de los palotes, señor cómo se llame, con el que comparto escena y aveces rodamos escenas a las tres de la mañana, sí, que somos compañeros de sacrificios, ahí en esa misma silla siendo bombardeada por preguntas de estudiantes, nuevos, carne fresca.
¡Ay ésos sueños!
Después de cuatro años y muchas desilusiones, con problemas económicos, peores que los de antes, con cuatro años de más, la niña de 16 años que ha recorrido el país en parte y en otra no ha vivido nada, tiene 20, es una mujer, ya, dicen porque ni ella se lo cree y todos esos sueños pomposos, pretenciosos, carentes de dificultades, se han vuelto sólo sombras.
Ahora mi única meta es superar los exámenes de fase de esta semana, poder justificar fuera de tiempo, el porqué no viajaré este semestre a donde se supone que debería viajar, poder graduarme y colocar una agencia de viajes o un restaurant, claro, antes trabajando en algún lugar y perdiendo el miedo al mercado laboral...de repente y después de la carrera, dedicarme a estudiar literatura en la Universidad Nacional de por aquí cerquita, después de todo mi mamá cree que sirvo para escribir, que nunca debí estudiar la carrera que estudio, en la que sólo entré por hacer algo por mi vida, ya que los sueños que tenía no se cuajaban y no pensaban hacerlo...el test vocacional lo decía, ahí lo guarda de recuerdo.

Sí que pasa el tiempo, ¿no?



0 comentarios:

 
Acerezada Blog Design by Ipietoon