Naive...

Ashes, Edvard Munch, 1894
Me gustaría saber dónde se encuentra un lapicero cuando se le necesita y dónde se encuentra una hoja de papel cuando se le busca, no sé...
Siempre fui o soy el tipo de estudiante que nunca lleva lapiceros ni cuadernos cuando todo acaba, pero como es de suponer cuando todo empieza siempre hay un lapicero a la mano y un cuaderno que espera ser llenado de cátedra, de dibujitos estúpidos en la parte trasera y uno que otro cúmulo de pensamientos ignotos que tienen que desprenderse, salir a caminar sobre papel, olor a nuevo, olor que baila, que vibra y vive.
Usualmente al acabar el año todo desaparece, yo también a un paso estoy.
Me ando prestando entonces, lapiceros y hojas de todo el mundo, hace unos momentos no fue la excepción...
Tenía una grandiosa idea, tenía que escribirlo, pero nadie tenía una hoja y sin hoja para qué pedía prestado un lapicero, en la búsqueda y mi necesidad encontré en mi bolso una cajetilla de cigarros vacía, muerta esperaba ser botada en algún lugar, entonces decidí darle vida, utilidad para algo más que el estuche de cáncer del pulmón, es ahí donde escribo y por si acaso tengo también la caja desmembrada.
En las afueras del salón hay un ruido espantoso que viene del polideportivo, el lobo estepario me hace de cama y quien da cátedra de antropología cultural habla de la natalidad en el Perú de antes, nos envía de pasadita a 1940 o 1950 o 1960 o ya no sé...levanta el dedo y nos vaticina maternidad y paternidad en diez años más, madres y padres, tal vez antes.
Yo olvidé aquello que locamente quería escribir, aquello por lo que irónicamente acabo de luchar y conseguir a toda costa, una parte mía se siente terriblemente ridícula, a la otra parte le importa poco haber hecho todo lo que hice y que se me vea tal vez como una pobre infeliz escribiendo sobre el papel protector de la cajetilla de cigarros y que huela todo a tabaco, no importa, necesito escribir y es el único vicio al que nunca le diré no.
Escribir y leer el lobo estepario, mientras escucho a medias la cátedra; a las comunidades andinas que salen de esa boca arrugada y todo éso que las vacaciones querrán borrar y tal vez lo logren, tal vez nada de éso vuelva a aparecer en mi mente, ni tenga que leer nada de ello, todo lo que dice o habla aquí que se agota, se le resta importancia.

De colegir...

El fin del mundo en unos naipes, en un juego, en cuatro palabras que me desaniman y cierran puertas. Ahí se encuentra en una noche de viernes, en una noche de cenizas, cortan la respiración aunque ya te daba por muerto, el árbol caído antes de ser sembrado, es el destino, los acontecimientos y una K que se lanza al vacío, de significado vacuo y complejo.
No quiero volver a lanzar una a una sobre la cama, no quiero formular la pregunta, no quiero recibir la respuesta negativa, estoy aburrida ¿no lo ven?
Sentadas están, a las justas respiro, escucho a medias, la garganta me duele, el clima es bipolar, mis grajeas de chocolate en dedos se desaniman, se pierden, trastornan a los sentidos, entre dálmatas todo es posible, la leche derramada, los recuerdos mordidos, las ilusiones deshechas, mi sendero abierto a respiro - paso - respiro, de nunca acabar, nunca.

Es de colegir que ya acabó, una vez más sin empezar, otra vez un gato herido.

The Dance of Life, Edvard Munch, 1899-1900

Una verdad, entre tanto...


Melancolía, Edvard Munch, 1892-1893
Será lo que tenga que ser, la verdad no importa, porque a decir verdad y siendo sincera, muy sincera, mi corazón no siente nada genuino, ya nada, no se quiere arriesgar, ni yo, pueden suceder cosas agradables, puede que no, pero yo continuaré buscando mi camino en la soledad o acompañada, pero mí camino, me lo merezco después de haber pospuesto mi vida por gente que no lo valía.

Mañana temprano.

Atardecer, Edvard Munch, 1888

No entiendo como hay gente que se levanta temprano, no entiendo como se ponen a ver el noticiero de la mañana ni como hacen el café con los ojos aún pegados con cinta adhesiva a algún sueño húmedo o sueño bonito, no, menos aún cómo se escapan del calorcito de la cama, yo tampoco sé cómo lo hacía cuando iba al colegio, ni cómo salía sin maquillaje y con ése uniforme espantoso, no lo entiendo y me asquea pensar en mí en esos años, me compadezco también, mis clases en la Universidad son en la tarde menos mal.
Amo la noche, amo levantarme tarde ¿por cuánto más tendré esas gangas?.

Su nombre, extrañarte.



Sé que hay algo que decir por ahí, más allá de ti José, más allá, pero a veces con sólo decir tu nombre me puedo quedar tranquila, un simple nombre compuesto como el tuyo Carlos puede crear sentimientos, sensaciones, obsesiones y caprichos en mí.
Me gustaría que indagaras, que te acercaras, nuevo talón de Aquiles mío, JoséCa tuyo.
Me fijo en chicos que desean vivir plenamente, hacer de sus vidas grandes acontecimientos, enormes planes hechos de goma de mascar, sí, planes obesos, ahora tú José Carlos, ahora tú que me lanzas de cabeza al vacío.

Pubertad, Edvard Munch,1895
Estoy en el periodo de evitarte, hoy me hubiera podido quedar en ésa oficina, aunque mi director había impregnado en el ambiente el "Hoy no habrá nada, gracias por la visita pero adiós", ahora podría quedarme en el facebook y esperar, esperarte, llega, ya, pero no, dormiré temprano, por el seminario de mañana, MENTIRA, por ti, porque te extraño, quiero pero no, mejor, no.
La última vez que me atreví a acercarme a ti, ¿eso es acercarse?, tu despedida fue hasta el Jueves, éste jueves, tal vez debí quedarme un ratito Carlos, te extraño y temo, te temo, porque puedes desvestirme sin quererlo, sin proponertelo, puedes exponerme, hacer que mis mejillas se conviertan en dos tomates, no lo evitaré, no podré, te extraño.

Me llenas de almendras JoséCa, cuántas maneras de llamarte, cuántas maneras de extrañarte.


El lobo y yo.

El lobo estepario se me ha perdido, no sé dónde anda pero en tanto desorden dudo que alguien sepa, ni el mismo con sus hojas amarillentas y misantropía recargada, ya lo encontraré, sí. 
El clima nublado, tardes frías, noches frías, temblores que cambian la temperatura lo hacen perfecto para esta época, fin de año, verano, navidad.
Es para recordar la colección de libros de las estaciones, en las que pegabas un sticker, uno solo o mil en una hoja para que no se sientan solos.


Madonna, Edvard Munch, 1895
Una vez más voy a faltar a clases de la primera hora, excepto a la de la última, que hay exposición y examen de quienes exponen, ya nos vamos todos, nos despedimos del año, de las aventuras, borracheras, trabajos, estrés, de todo lo bonito y horroroso que tiene la vida académica, el próximo año vendrán nuevas situaciones, más estrés pero de nuevo con los amigos, la camaradería.
La vida despreocupada tiene su precio, en cierta forma, queda aún el remordimiento de debí hacerlo mejor, yo debí, pero es tarde al parecer para lamentos, también queda el remordimiento de querer cambiar a Hesse por otro autor hasta que no lo encuentre, como si en la vida se pudiera cambiar a las personas como a los libros que se esconden en el desorden eterno de las mentes perturbadas.
Irónicamente el lobo no solamente está perdido en su época sino también en mi habitación y creo que el siente la angustia que yo siento por dejar el año, un pedazo de mí se quiere quedar en este año 2011, quedarse pegado y no moverse nunca, nunca que dure hasta el momento en que mis deseos se cumplan, pero la vida siempre dice lo contrario, avanzar es su lema y ya todo lo que queda del 2011 es pasado, pero supongo que hasta que el lobo estepario y yo lo aceptemos seguiremos aullando largo, tendido y muy alto.

J

Primavera en el Paseo Karl Johann, Edvard Munch, 1890

Escribir o volverme loca, son dos opciones, dos únicas, siempre lo fueron y siempre lo son.
De la manera más apoteótica para algunos, de la manera más cobarde para otros, me siento en cualquier lugarcito de mi casa, con un cigarro marca "no son los que fumo pero sí son con los que aprendí" y demasiadas cosas que decir, que narrar, más preocupada en escribir que en fumar, intento ser objetiva, ¿objetiva con qué y con quién?, este es mi blog, puedo escribir mil veces del mismo tema, de la misma persona, lo que quiero, mis constantes como son el miedo y otras tantas que se reducen a lo mismo, lo que me hace entonces tratar de ese objetiva conmigo misma, cambia de mano el cigarrillo y pienso en muchas cosas, pero sólo me provoca él, al que llamo Almendrado, eso es lo que puedo llamar un gusto obsesivo, o simplemente extrañarlo por extrañarlo. Hace mucho que he dejado de escribir con frecuencia, al menos aquí, hubo tal vez un tiempo para replantearme todo de nuevo, un tiempo en que un gran cariño que no se extingue y el respeto por alguien hizo que me frenara, pero menos mal todo pasó, volví y con grandes deseos de hablar de mis sentimientos, del nuevo él, de la "nueva" yo y con todo lo nuevo me siento igual de cagada en parte, porque no me va bien en el amor una vez más, me puede ir bien en todo pero siempre el amor me caga, aunque eso es idílico porque tampoco me va bien en otras cosas y tengo ganas de hablar hasta cansarme y cansar a los que están a mi alrededor, tantas ganas que nunca me sacio y en el intento siempre trato de sacar entre los conocidos su nombre, para enterarme tal vez un poquito de él, de quién era o qué es de él ahora que se halla de viaje o tal vez ya llegó.
Es horrible estar supeditada a una noticia, pero es más horrible estar supeditada a la vida de alguien por voluntad propia, por querer, por necesitar, por desear, qué asco, algunas actitudes mías me dan asco, ternura y amor a la vez.
Se apaga el cigarrillo y mi vieja y enfermiza costumbre me hace hurgar en la parte baja de la colilla sin que esté quemada, ahí donde busco una señal, una inicial, una J, una que tal vez crea mi imaginación o es que puede que sea la J o un garabato o la J de otro nombre que no es la de él y me confundo, pero quiero creer que sobre todo y ante todo es J, su J, una hermosa J, me tranquiliza verla ahí y pensar que es de él aunque pueda ser la J de uno de mis amigos que piensa en mí y el porqué no fui a la fiesta a la que hoy no fui o la J del muchacho que me dedicó una canción con mi mismo nombre para que me uniera a la página de sus amigos que tocan metal, pero no me interesa si es de ellos, puede que sea su perra J, no me interesa y los adoro por la amistad que hay pero no me interesa, sólo me interesa la J de Almendrado.
Boto la colilla pero sin mucho ánimo vuelvo a mi habitación, me hablan mil mierdas este Sábado a diferencia del anterior es totalmente aburrido, totalmente predecible, no puedo ver ninguna película on - line porque las páginas están saturadas, no puedo escuchar música porque mi música de Lunes a Viernes ya aburre, no quiero ordenar mi habitación porque sufro de flojera eterna, no puedo nada porque sí.
No hay razones válidas, sólo letras, hambre y desazón con esperanza, de qué o a qué, no sé pero ahí está, ahí estamos, ahí vamos.

Harta


La Muerte de Marat, Edvard Munch, 1907
Ya van cinco días y más...desde que la obra se canceló y pospuso para el próximo año, mucho antes vinieron los exámenes y todo pero todo eso que hizo que esos cinco días y más sin verlo se hicieran semanas de semanas, se puede decir que ando incomunicada con la única persona que me despierta un deseo desesperado por estar cerca.

En cierta forma trato de evitar,sonrojarme cuando le veo, las pocas veces en las que él desde que ya no hay ensayos, se comporta como un patán, se hace el interesante, también trato de no recordar cuando nos quedamos embobados mirándonos y no, sí, como quien no quiere la cosa o cuando le preguntaba a mis amigos pokemón (amigo asexual para mí, con sexo definido para todo el mundo) cómo acercarme a él, cómo hablarle o recordar todas esas cosas bonitas que te traen mariposas en panza y que no puedo, que no se me dan, que deseo profundamente y quiero que sucedan una y otra vez, siempre.
Trato de no deprimirme, de sonreír, aún habrán otras oportunidades para estar cerca y una vez que acaben las labores en la Universidad, de Almendrado y yo no sé nada, no sé qué será, vienen nuevos horarios, tal vez despedidas del elenco, de mi parte no, de la suya tal vez y tengo miedo porque nuestros caminos se abren a nuevos misterios y yo aún quiero conocerlo, quiero estar junto a él, yo quiero.
A veces parece imposible y en otras parece que pudiera suceder, tal vea algún milagro, tal vez alguna situación que invierta la distancia que se puede crear estando en la misma ciudad.
No sé qué hacer, le soy sincera a quien me lea, de repente y debo dejar que el tiempo pase, conocer a una nueva persona, olvidarme de lo que no pudo ser pero quise que suceda, que el continúe con su vida y si nos vemos en la próxima vida que sea lo que tenga que ser...
Pero estoy harta, estoy aburrida que el destino, que una fuerza superior plagada de acontecimientos indeseados tenga que decidir por mí. Mis decisiones no siempre prometen ser buenas, no, ni siquiera llegar a ser aceptables pero quiero equivocarme o no, con él y salir de este constante quise pero no lo logré, estoy harta de éso, harta, puta madre, aburrida.

Pasó el Sábado.



La foto de la patineta Picapiedra de Jorge que me robe del fb de @Yailz xD
El cumpleañero
Amanecí con resaca y con más disposición a hacer nada que de costumbre. He pasado días de días, semanas de semanas sin festejar, con mucha presión encima y preocupaciones que no se van, cuestiones que se quedan ahí haciéndome innecesaria compañía y no queriéndolas cerca, pero para amortiguar la situación me dejé festejar el simple hecho de vivir y el cumpleaños de un amigo, Coco...
Dos cajas y media de cerveza, Vodka, Pisco, Vino y Ron es mi estado de ánimo.

Calma...

The green vineyard, Vincent Van Gogh


Todo me indica paciencia, tiempo...
Pero ya lo dije y le temo al tiempo, porque pasa y no perdona, sin querer, resistiéndome todo se inclina a eso y lloré un poquito porque el capricho me cuesta pero tal vez es por eso que la vida sabia me pide y da tiempo para que ya no sea un capricho y aprenda a ver y a quererlo en su real dimensión, para que sencillamente no sea el clavo que saca a otro clavo sino alguien especial y no salgamos dañados, de repente es así.
Quise dormir temprano, lo hice pero no almorcé y a eso de las doce me despertaron y al despertarme no pude conciliar el sueño entonces ahora que son casi las seis de la mañana me da algo de sueño pero tengo que hacer cosas, montones de cosas, no hay tiempo para descansar ni para sonreír mucho.
Odio que me despierten y no pueda conciliar el sueño, pero odio más esperar.

.

Se fue a la recontra mierda.
Fin.

Desvelada más dolor de cabeza...


Hace tiempo que no me desvelo por placer.
Esta noche no fue una de esas antiguas desveladas que hace tiempo definió hace mucho. Tuve la intención de dormir pero no pude, desde el Miércoles y en especial este fin de semana me dediqué a terminar un trabajo que hoy presento.
Voy por una hora de sueño que me dé alivio

Ya sabe...


Trees in the Asylum Garden, Vincent Van Gogh,
1889
Ya se enteró, no se cómo, no sé qué fue, ni cómo fue y jamás me atrevería a preguntarle ni a decir pio, pero ya sabe, de alguna manera algo o alguien me ahorró el trabajo de tener que decirle lo que se sabe.
¿Cómo sé que sabe?
Un amigo me dejó un off - line, y el amigo no se conecta, me urge saberlo todo.
En cierta forma no espero nada o mucho él es lo que llamaría, alguien "especial", en el sentido amplio de la palabra, pero sólo quiero que todo esté bien.

¡Qué nervios!

Yo, asocial, a través de algunos cortos años.

Fréjoles para el almuerzo, no está mal...no está mal.
De las menestras el fréjol es el único que no me causa deseos de vomitar.

Siempre que voy descubriendo algo más, sobre lo que sé, me doy cuenta de que el mundo en el que he vivido y en el que han vivido los demás es muy pero muy diferente.
Soy una asocial empedernida entre tanta sociabilidad y amistades, nunca he sido social por naturaleza, me he convertido a la fuerza, por necesidad de sobrevivir, en una sociedad realmente podrida, culparé una vez a alguna manzana inocente pero la sociedad es la manzana podrida que corrompe al ser humano, irónicamente el ser humano la ha creado y como sabemos nos condiciona porque todos vivimos en ella, pero la inocencia del individuo y los valores inculcados se van al más allá cuando se le da la primera mordida, no los intentos, sino la primera mordida, ahora no se sabe quién da la mordida, la persona o la agusanada y venenosa manzanita o algún individuo disfrazado de manzana, pero que se le agusana el corazón.

Mis "amigos" usualmente me consideran la persona más extraña del universo, es más hace ya un tiempo, relativamente poco alguien me dijo que "era la amiga más extraña", me llevo el primer lugar, ¡sí!.
El último Jueves el enamorado de una amiga me vio con cara de bicho raro por divertirme leyendo un libro de psicología que ni es de mi carrera a socializar o a hacer algo "normal" sin embargo deben haber individuos más raros que yo, no lo aseguro pero puedo dar la premisa de que sí, no me siento fuera del mundo ni lo máximo, es más entre los bichos raros yo puedo ser común y corriente y todos ustedes amigos  míos un grupo de borregos vestidos color fresa, hay más bichos raros, pero con eso no quiero salvar responsabilidad de ser una de ellos, me gusta serlo. 
Siempre voy a mi onda, a mi alrededor pueden estar matándose por estupideces y no muevo un dedo, debería hacer muchas cosas pero no las hago, vivo en un constante presente de letargo, de sueño, no mover un dedo, soy una ociosa, como lo dije ya hace un buen tiempo en alguna entrada que no recuerdo, me gusta como soy ¿Lo dije?
Detesto ser parte de los borregos que siguen a un pastor maltrecho, prefiero seguirme a mí, aunque a veces me salga un poquito de borrega.
Yo de resaca
A veces también impersono la voz, aunque no estoy segura de si en verdad ése es el verdadero yo, mi verdadero yo vacío, ese que casi nunca sale por andar leyendo artículos interesantes, uno que otro libro y escuchando música variada que se entiende y aprecia a veces casi nunca.
No tengo problemas a decir verdad al dejar salir mi lado intrascendente, que a veces quiere ser parte de ese mundito en el que viven todos, donde importa más la ropa, cómo te ves que lo que hay adentro. Irónicamente desde que llegué a la universidad guardé mis miles de años de sencillez por una caretita hueca que no dejaba salir a relucir, sin embargo mi condición asocial y algo culta sale cuando le da la gana.

Hoy desperté a las 12:00 p.m, y me puse a investigar sobre algo que termina siendo alguien que me importa sobremanera, a quien le importan sus amigos sobremanera, así como él, sus amigos me son importantes, supongo que de eso se trata cuando te gusta alguien, o quieres conocer a alguien que no se deja o de repente soy una psicópata, no lo sé, pero mi curiosidad y las ganas de informarme, pueden más que cualquier otra cosa.
Si lees esto, no te asustes, no llego ni ha hablarte bien por el Chat del Facebook menos a hacerte daño o algo.
Internet te puede dar grandes ventajas, a mí me las da, fotolog es una entradita al mundo de ciertas personas y gracias a ese medio peregrino, violé por así decirlo, la intimidad de una de sus amigas más queridas, no me siento mal a decir verdad porque de esto se tratan las redes sociales, enterarse de la vida de todos, si es que ése día fueron al baño o no.

Nunca pensé que en algún momento yo estaría de cierta forma involucrada con estas persona, ni que conocidos que no recuerdo o gente con la que trato diariamente tuvieran alguna relación con ellos, en el pequeño círculo en el que me muevo, porque al parecer es pequeño y a la vez amplio, en ese círculo estas personas se movían...
Comienzo a ver fotos del 2008, 2009, 2010, 2011 y pienso "Puta madre, ¿Qué era de mí por ése entonces?, ¿Quién era yo?"
Definitivamente no los conocía, tal vez los hubiera conocido si no me daba un año que fueron dos en buscar mi destino y dejar sueños de lado, para aceptar que iba a pertenecer a esta ciudad ratonera con la que no me siento identificada. 

A los 16 - 17
Jamás creí que iba a estudiar en esa universidad que ahora adoro en cierta manera y me da tantos dolores de cabeza como gastos, en el 2008 era una recién egresada del colegio, una niña de 16 que iba para los 17 y que se metió a estudiar pastelería y panadería en un instituto, tenía las puntas del cabello teñidas de rojo vivo y ardiente, que cuando se pasaba el tinte, era anaranjado, un triste anaranjado, esa era. 

A los 18 con Sendy
ya era algo sociable y con nuevo peinadito, mire usted.
En el 2009 ya había terminado el curso de panadería y no sabía qué hacer con mi vida, así que en Enero si mi memoria no me traiciona, decidí estudiar inglés, dejé el gimnasio, craso error, y ya por la mitad del año decidí entrar al centro pre-universitario de la Universidad en la que nunca quise estar, estudiaba mil horas al día, me esforzaba y entré en el segundo puesto de postulantes de mi carrera, una carrera en la que no sé ahora si estoy porque debo o qué.

 Ahí en la fiesta de cumpleaños de Lucero (de rosado), a quien sólo vi una
vez,  Barbara (de celeste) y Lucía (negro y blanco) con
quienes ya no comparto tanto.
Mi cara de ebria delata un día entero de fiesta que acabó tres de
la mañana.
En el 2010 entré a la Universidad, empecé el año con miedo de qué alienados idiotas conocería y conocí muchos sépanlo, tantos que mis deditos de la mano necesitan ayuda de varias manos, hice mi primera audición para pertenecer como, Dios que no existe, manda a un elenco de teatro, el de la Universidad, faltando a un examen importante y conocí si se puede decir "conocer" al tipo por el que ahora me muero, no lo veía seguido así que mayor vínculo de amistad no existía, ni ahora al parecer. Comencé a viajar más, a salir más, a rechazar a más chicos que antes tomando la política de no querer hacerles daño, lo cual es cierto y se esfumó mi primer año de Universidad dejando muchísimo para el recuerdo.

2011 llegó con aires de nuevo año, sí segundo año de Universidad, acostumbrada a la alienación, un año más de retos, dolores de cabeza como el trabajo que tengo que presentar mañana Domingo, no dormiré esta noche y no por festejar exactamente...aún así tuviera una fiesta esta noche y no tuviera nada que hacer, tampoco saldría, qué pocas ganas, qué tedio tener que compartir mi vida, mi tiempo con personas y qué enriquecedor a la vez.
Ahí está aún mi comportamiento asocial, mis pocas ganas de colaborar con el mundo y ser inactivamente cruel con un buen corte de cabello. 
Nunca dije que sería buena, ni que amaría a la gente al ser social, sin embargo el sabor de ¿En qué mundo estuve viviendo? al saber de que otras personas compartían contigo y yo por aquí sin estar, ausente, no se me quita, 


¿Sugerencias?

Yo de hace unas semanas






Esperanzada.

Corridor in the Asylum, Vincent Van Gogh, 1889

El incienso me pica los ojos, una mezcla de cigarro e incienso, mis pulmones no entienden pero no se quejan tampoco, tal vez dan un grito silencioso en medio de la noche, no los oigo, lo lamento.
Se va el año, se va y me piden paciencia ¿Acaso para el próximo año?, qué será de mí, de ti, de nosotros que no se ve, qué será y me da temor.
Sin embargo me siento esperanzada, no sé de donde se escapa pero me da un saludo y se apoya en mi pecho, quieta, segura, ¿por qué?



 
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